Tipos de identidades digitales en ciberseguridad
En este post vemos los distintos tipos de identidades digitales y qué papel juegan en la protección de los activos digitales; también las mejores prácticas para gestionar y asegurar las identidades en un entorno corporativo, y sentar las bases de una estrategia de seguridad robusta y eficiente.
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ToggleProfundiza en los tipos de identidades digitales y su importancia para la seguridad de la empresa. Consejos prácticos para directores de seguridad.
Es importante comprender cuáles son los tipos de identidades digitales para que las empresas tengan éxito en su estrategia de ciberseguridad. De hecho, con el aumento de las amenazas cibernéticas, establecer políticas de seguridad de identidad es más importante que nunca. La gestión de identidades y accesos (IAM) incluye diferentes técnicas que se emplean para autenticar a los usuarios y garantizar que solo aquellos autorizados tengan acceso a sistemas y datos sensibles.
El establecimiento de estas medidas de protección de gestión de accesos e identidades permite mejorar también el cumplimiento normativo en ciberseguridad. Herramientas como Cloud & Cibersecurity by aggity ayudan a las organizaciones a gestionar accesos e identidades ya que cubren aspectos como la protección de datos personales, la gestión de identidades de dispositivos o distintos sistemas de identificación digital. Veamos a continuación algunos de los principales tipos de identidades digitales:
Identidad de usuario
La identidad de usuario es el tipo más común de identidad digital en el contexto de la ciberseguridad. Se trata de un tipo de identidad digital que se asocia con las personas de forma individual y se utiliza para autenticar su acceso a sistemas, aplicaciones y los recursos en línea.
Se trata de un método habitual en las empresas y también entre los usuarios, que lo emplean cada vez que tratan de acceder a algún tipo de servicio que tengan contratado. La forma habitual de autenticación pasa por utilizar un nombre de usuario y una contraseña. Sin embargo, este tipo de protocolos de autenticación segura están evolucionando dada la capacidad que han demostrado los ciberdelincuentes para hacerse con las claves. Por eso, cada vez es más frecuente el uso de métodos de autenticación más avanzados, como la Autenticación Multifactor (MFA), o la autenticación biométrica.
Identidad de dispositivo
En este caso se parte del hecho de que, igual que es importante identificar a la persona que se conecta, también lo es identificar al dispositivo que está intentando acceder a un sistema o a una red corporativa. Estos tipos de identidades digitales sólo permiten el acceso a aquellos dispositivos autorizados. La autenticación de dispositivos es fundamental para garantizar la seguridad en entornos Internet de las cosas (IoT), donde están interconectados una amplia variedad de dispositivos y la seguridad de la información es esencial para prevenir ciberataques.
Identidad de aplicación
Estos tipos de identidades digitales son utilizados por software y sistemas para autenticarse entre sí cuando interactúan en redes y entornos distribuidos. El principio del que parten es que las aplicaciones verifiquen la autenticidad y la integridad de las comunicaciones entre sí, lo que es crucial para prevenir ataques de suplantación y asegurar la ciberseguridad y privacidad de datos.
Identidad de servicio
En este caso, se emplea para la relación de empresas y usuarios con servicios que se prestan a través de Internet o en la nube. La identidad de servicio es asimismo fundamental en la seguridad en aplicaciones web y en la seguridad en la nube.
Gracias a ella, los servicios comunicarse de forma segura y acceder a recursos protegidos en redes y entornos en la nube. Habitualmente, están asociadas con certificados digitales y claves de acceso específicas del servicio, que se utilizan para garantizar la autenticidad de las solicitudes y la integridad de los datos transmitidos entre servicios.
Identidad de la organización
Estas identidades son las encargadas de otorgar los derechos de acceso de los usuarios y sistemas dentro de la infraestructura de una organización. Por ello, engloban distintos elementos: desde las cuentas de usuario individuales hasta los sistemas automatizados pasando por los dispositivos de red y las aplicaciones empresariales.
En este sentido, algunas de las estrategias de ciberseguridad que se incluyen en este apartado son el Control de Acceso Basado en Roles (RBAC), que asigna permisos y privilegios a usuarios en función de sus roles dentro de la organización o el Privilegio de Acceso Mínimo, que establece que los usuarios deben tener únicamente los privilegios necesarios para llevar a cabo sus funciones laborales específicas.
Identidades federadas
Las identidades federadas o federación de identidades permiten que las empresas compartan la autenticación y la autorización de usuarios entre diferentes dominios de seguridad. Con ellas, se simplifica la gestión de accesos y contraseñas para los usuarios, al tiempo que se mejora la seguridad al reducir la proliferación de credenciales de inicio de sesión.