La movilidad en la industria y los robots AMR
Los robots AMR son una de las innovaciones que más impacto está teniendo en la industria, sobre todo en lo que se refiere a la movilidad en estos entornos. Sus ventajas están claras: mejora de los procesos y trabajadores que se dedican a tareas de más valor.
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ToggleUno de los usos habituales de los robots AMR se encuentran en las grandes naves industriales y centros de distribución, que mueven una gran cantidad de material.
Uno de los sectores en los que la robótica tiene mayor importancia es el industrial. Las organizaciones industriales llevan tiempo trabajando con robots, pero su uso está cobrando más relevancia gracias a los avances que han experimentado. Una de esas mejoras es la autonomía.
Hablamos de los robots AMR (Autonomous Mobile Robots) o robots móviles autónomos, una de las revoluciones de la Industria 4.0. La digitalización de la industria abarca múltiples soluciones y herramientas, como las integradas en la plataforma Smart Factory by aggity, y la evolución que están experimentando estos robots móviles ha contribuido a que la productividad industrial se incremente.
Pero ¿qué son los robots móviles autónomos? Se trata de máquinas que realizan tareas de manera independiente y sin necesidad de que tengan que ser controlados por ningún humano. Las ventajas para los entornos industriales son indudables: los trabajadores se pueden dedicar a labores de mayor valor y abandonar aquellas más tediosas o incluso, pueden dejar de hacer un trabajo que conlleve riesgos para la integridad física.
Una de las grandes ventajas de los robots AMR es que son más flexibles y rápidos de instalar que los tradicionales robots AGV. Éstos últimos se pueden ver desde hace tiempo en muchas fábricas y no son más que vehículos de guiado automático que se desplazan de forma autónoma por una fábrica siguiendo caminos definidos previamente. Los robots AMR pueden realizar esta función y no hace falta marcarles previamente el camino. El ejemplo más sencillo es el robot aspirador que hay en muchos hogares. Gracias a los sensores y el software que lleva incorporado, el robot se guía solo por toda la casa, aunque si el usuario quisiera puede marcarle el camino para que no circule por determinados lugares (que es lo que sucede con un robot AGV).
Usos habituales
Al igual que los AGV, los robots AMR se emplean de forma mayoritaria para el transporte de materiales de una fábrica y son, por tanto, un elemento a integrar en la gestión integral del mantenimiento industrial. En este caso, la ventaja para la industria es que ya no va a necesitar tanta mano de obra y, al mismo tiempo, pueden incrementarse los flujos de trabajo.
Otro de los usos habituales de los robots AMR se encuentra en las grandes naves industriales, almacenes y centros de distribución al estar indicados para levantar objetos pesados y transportar mercancías. De esta forma, los trabajadores, a la vez que se dedican a tareas más productivas, eliminan los riesgos de sufrir lesiones. Pero, en este caso, gracias a la incorporación de tecnologías que han demostrado su contribución a la mejora de la productividad como la inteligencia artificial, el machine Learning o IoT, los robots AMR saben dónde tienen que ir a recoger un determinado material porque conocen exactamente el lugar donde se encuentra. Además, al conjugar el uso de robots AMR con las placas y brazos robóticos, todos los procesos de movilidad dentro de la fábrica quedan completamente automatizados.
Funciones básicas y tareas más complejas
Aunque estamos hablando de funciones industriales básicas, ya se empiezan a emplear los robots AMR en otras más tareas complejas. Así, por ejemplo, en el sector de la biotecnología se utilizar para cumplir con unos periodos de entrega cada vez son más cortos. En investigación, para el transporte de elementos que los investigadores necesitan y también en entornos médicos, sustituyendo al personal de enfermería para evitar, por ejemplo, el contacto con pacientes con enfermedades altamente contagiosas.
En conclusión, los robots constituyen un elemento más en la digitalización de la industria, donde la construcción de la Smart Factory implica la convergencia de múltiples tecnologías para lograr que el sector industrial sea más eficiente, productivo, sostenible y competitivo.