Robótica Industrial en la Smart Factory
La robótica industrial está transformando la operación en las fábricas. No obstante, aunque parece que la transformación de la industria es reciente, el camino hacia la smart factory comenzó hace años. En este artículo profundizamos en esta revolución y en cómo impulsa la eficiencia productiva.
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ToggleDescubre cómo la robótica industrial está revolucionando la Smart Factory. Explora ejemplos y beneficios de esta tecnología.
La robótica industrial en las Smart Factories representa una oportunidad que las empresas están aprovechando para impulsar la innovación, mejorar la calidad de los productos y convertirse, de esta forma, en organizaciones mucho más competitivas. Nos encontramos en una nueva era que, gracias a la automatización de procesos industriales, el uso del denominado Internet Industrial de las Cosas (IIoT) o el empleo de herramientas que permiten la digitalización de la producción están haciendo que nos encontremos ante una Revolución Industrial más importante que la que se gestó a finales del siglo XVIII.
Robótica Industrial en la Smart Factory
La historia de la robótica industrial se remonta a los años 50 del siglo pasado cuando se empezaron a desarrollar los primeros robots industriales diseñados para tareas muy sencillas como la soldadura. A partir de ese momento empiezan a desarrollarse los primeros robots programables y es en la década de los 70 cuando comienzan a implementarse las primeras máquinas que permitían la automatización de la manufactura.
En la actualidad, el papel de los robots en la fábrica inteligente y en la Industria 4.0 ha avanzado mucho gracias a la incorporación de los denominados cobots (robots colaborativos) y de la robótica avanzada, con robots que incorporan tecnologías como la inteligencia artificial para mejorar la eficiencia en la producción o que permiten adaptarse a las condiciones cambiantes de producción para acelerar la toma de decisiones.
Aplicaciones de robótica industrial
Son numerosas los usos de la robótica industrial que emplean las compañías de diferentes sectores de producción. Uno de los más habituales es el de la automatización de líneas de ensamblajes. En este ejemplo, los robots se encargan de realizar tareas repetitivas, como el ensamblaje de componentes o de piezas, de forma precisa lo que incrementa la velocidad de producción y mejora la calidad de los productos.
Algo parecido sucede con el uso de robots empleados para la manipulación y el transporte de materiales. Empleada de forma mayoritaria por la industria alimentaria, en este caso los robots se encargan de empaquetar los productos, lo que se traduce en una optimización de la cadena de suministro ya que se pueden acelerar los procesos de entrega.
Las aplicaciones de la robótica industrial van más allá. Algunas de sus aplicaciones tienen que ver con la automatización y control de calidad de tal forma que los robots, equipados con cámaras y sensores, son capaces de examinar productos para detectar defectos. Habitualmente se emplea en industrias que tienen una tecnología de fabricación avanzada como puede ser el sector de la electrónica o el de la fabricación de productos sanitarios.
Sin duda, uno de los sectores en los que más impacto está teniendo la robótica industrial es en el sector de la medicina, donde la cirugía robótica permite llevar a cabo operaciones menos invasivas y peligrosas para los pacientes.
Tecnologías habilitadoras
Existen diferentes tecnologías y soluciones que favorecen que la robótica y la automatización acaben en la integración de sistemas de producción en cualquier empresa. Gracias al uso que hace de tecnologías como la Inteligencia Artificial o el big data, una solución como Smart Factory by aggity permite conocer la situación real de una Smart Factory. Así este tipo de herramientas son capaces de ejecutar un mantenimiento predictivo de los equipos, permiten una automatización de almacenes más efectiva o mejorar la eficiencia energética en la producción al conocer de forma precisa cuándo se va a producir, por ejemplo, un pico en la demanda.
Y es que la Inteligencia Artificial y el aprendizaje automático en la robótica permiten que los robots no solo realicen tareas programadas, sino que también aprendan, se adapten a situaciones cambiantes en tiempo real y tomen decisiones para, por ejemplo, mejorar la productividad de una determinada máquina en un momento preciso.