Sistemas de eficiencia productiva en la Industria 4.0

 

El éxito o el fracaso de las empresas dedicadas a la fabricación de productos depende de muchos factores, aunque el más influyente en este sentido es la calidad y volumen de su producción. Los responsables técnicos de las fábricas deben asegurarse de que su maquinaria industrial está en perfectas condiciones no solo para garantizar la producción necesaria, sino también para que esta producción esté exenta de fallos y tenga la mayor calidad posible. Lo que se conocce como ‘eficiencia productiva’.

La importancia del buen funcionamiento de las máquinas cobra aún más relevancia en el contexto de la Industria 4.0, ya que los avances tecnológicos de esta tendencia han aportado una mayor carga de trabajo a la red de maquinaria industrial. Ante este reto, es vital que los responsables técnicos de estas máquinas conozcan al detalle sus puntos fuertes y débiles, pero ¿cómo tener acceso en tiempo real a esta información?

La verificación, primer paso para la eficiencia productiva

Una forma de asegurarse del correcto funcionamiento de las máquinas es usando el parámetro OEE (Overall Equipment Effectiveness o Eficiencia General de los Equipos), una fórmula matemática usada por empresas de todo el mundo que mide la disponibilidad, rendimiento y calidad del proceso de fabricación. Gracias a ello, los responsables de la maquinaria industrial pueden medir con exactitud las pérdidas que ocurren en la fabricación de los productos, y en qué momento exacto se producen estas pérdidas.

Para conocer el OEE de una fábrica hay que calcular el cociente entre el tiempo operativo y el disponible, el cociente entre la producción real y la capacidad productiva, y el cociente entre los productos válidos y la producción real, y tras ello multiplicar todos estos datos. El resultado será un porcentaje que mide los productos buenos que una fábrica es capaz de generar, por ejemplo, un OEE del 50% significa que de cada 100 piezas que ha producido la maquinaria, la mitad no cumplen con los requerimientos de calidad.

Se trata, sin duda, de un parámetro de cumplimiento muy exigente para las empresas, ya que no considera que la competitividad de una empresa es buena hasta que no alcanza un porcentaje de al menos el 85%. Cualquier ratio por debajo de esa cifra implica pérdidas económicas y una competitividad que se podría mejorar.

La monitorización, una asignatura pendiente

Para asegurarse de tener una buena ratio de OEE, y por lo tanto una buena eficiencia productiva, los responsables de las fábricas deben monitorizar y analizar la información resultante del trabajo de sus máquinas. No obstante, muchas empresas carecen de información fiable de los procesos y los tiempos invertidos en cambios de productos, limpiezas, paros de producción, etc., de modo que la aplicación de políticas de mejora resulta inviable.

Además, si una empresa recopila información de este aspecto puede que dependa mucho del criterio subjetivo del operador, por lo que también se complica aplicar políticas de mejora continua ayudándose de indicadores del rendimiento como el OEE. Además, muchas fábricas también tienen problemas con sus órdenes de fabricación, ya sea a la hora de gestionarlas o de generarlas.

Sistemas y software de eficiencia productiva

No cabe duda de que una producción óptima es el síntoma más claro de que una empresa industrial funciona bien, y la mejor manera de verificar su buen funcionamiento es calculando el OEE de la maquinaria. Sin embargo, de nada sirve conocer los puntos fuertes y débiles de la producción industrial si la empresa no cuenta con un plan y con herramientas para mejorar en este sentido.