Energías renovables óptimas para la industria del futuro
Este post presenta un análisis de las mejores opciones de energías renovables en la industria. En un contexto de evolución hacia la Industria 4.0, las fuentes de energía limpia son esenciales para hacer que los entornos industriales sean al mismo tiempo más eficientes y sostenibles.
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ToggleDescubre las fuentes de energía renovable más efectivas para avanzar hacia una producción industrial sostenible.
Las energías renovables en la industria se adaptan a los diferentes sectores y a los contextos de producción de cada smart factory. La elección de cada energía dependerá, por tanto, de distintos factores. Así, por ejemplo, la energía solar fotovoltaica será perfecta para aquellas fábricas que cuenten con amplios espacios en los techos de las plantas industriales, mientras que la sostenibilidad industrial mejorará en aquellas instalaciones ubicadas en lugares con corrientes de aire constantes.
La amalgama de soluciones que mejoran la eficiencia energética en el sector industrial es amplia. En los últimos tiempos, muchas empresas del entorno industrial están apoyándose en el potencial que proporciona la geotérmica aplicada y también son numerosas las fábricas que están apostando por la versatilidad de la biomasa industrial, capaz de obtener energía a través de residuos biológicos. Analizamos qué ventajas proporcionan cada una de ellas.
Energía solar fotovoltaica
La energía solar industrial es una de las energías verdes más utilizadas entre las compañías que quieren mejorar la eficiencia energética en fábricas, un aspecto capital cubierto por la solución Smart Factory by aggity. En general, las empresas que apuestan por este tipo de fuente de energía a la hora de aumentar su inversión en energía renovable lo hacen porque se reducen de forma sensible los costes energéticos a medio y largo plazo.
A pesar de que la inversión inicial puede ser elevada, la tecnología de paneles solares y su implantación permite a las fábricas generar su propia electricidad, lo que permitir reducir la factura energética y ofrece, además, la posibilidad de vender el excedente a la red. Por otra parte, estos paneles tienen unos costes de mantenimiento muy bajos en comparación con otros tipos de energía.
No obstante, el principal problema que presenta la energía solar fotovoltaica es su dependencia de la luz solar, por lo que la generación de electricidad puede ser intermitente, lo que requiere de soluciones de almacenamiento de energía o la conexión a la red convencional en los días en que no haya sol. Se trata, en definitiva, de un sistema de energía efectivo en aquellas zonas como el sur de España, donde las horas de sol son abundantes a lo largo de todo el año. Otra desventaja de esta tecnología es que requiere de una gran superficie para la instalación de los paneles solares.
En general, las empresas que más apuestan por este tipo de infraestructura de energía verde son aquellas con un alto consumo energético y operaciones continuas, como las pertenecientes al sector manufacturero. La transición energética en manufactura parece pasar por este tipo de fuente de energía ya que pueden emplear la electricidad generada por los paneles de manera constante y almacenar el excedente para usarlo en los periodos con menos horas de luz solar.
Energía eólica
Dentro de las energías renovables en la industria y con la sostenibilidad corporativa como objetivo, las empresas también están invirtiendo en la instalación de sistemas energía eólica on-site. Como ocurre con la energía solar, el principal problema de la instalación de turbinas eólicas para la industria tiene que ver con que el viento no es un elemento constante, por lo que esta fuente de energía sólo es aconsejable en lugares donde habitualmente se produzca este fenómeno atmosférico.
También hay que tener en cuenta que se trata de una solución que requiere una inversión inicial muy alta, por lo que el retorno de la inversión se producirá a largo plazo. Los costes de mantenimiento, por contra, son relativamente bajos, aunque más elevados si se compara con la energía solar.
Nuevamente es el sector manufacturero y también el químico y el metalúrgico los que más apuestan por esta energía en su estrategia de reducción de emisiones CO2 en la industria ya que, en aquellos lugares habitualmente ventosos, proporciona una generación continua de electricidad.
Biomasa
En la innovación en energías limpias, las empresas del sector industrial empiezan, poco a poco, a destinar recursos a la biomasa industrial. El principal beneficio de este tipo de fuente de energía proviene de su carácter renovable y su capacidad para utilizarse como combustible sólido, líquido o gaseoso.
La biomasa aprovecha materiales orgánicos, como residuos agrícolas o forestales, para generar calor y electricidad. Esto no solo reduce la dependencia de combustibles fósiles, sino que también convierte el reciclaje de residuos en energía, lo que se favorece la economía circular. Su principal problema es que, aunque en menor medida que los combustibles fósiles, puede generar emisiones atmosféricas, lo que perjudicaría las políticas de energía sostenible de la empresa. Además, la cantidad energética que se obtiene con la biomasa es menor que con otras fuentes por lo que la gestión energética en la producción se ve reducida.
Las empresas que están llevando a cabo una inversión en energía renovable proveniente de biomasa son aquellas con procesos que generan residuos orgánicos, como la industria alimentaria o la papelera.
Energía geotérmica
Finalmente, una de las energías renovables en la industria que más impacto está teniendo es la geotérmica. Se trata de una de las que más se está beneficiando de las subvenciones para energía renovable. Sus principales ventajas son que proporciona energía continua y no está sujeta a las fluctuaciones climáticas, aunque la disponibilidad de esta se limita a áreas con actividad geotérmica significativa. Es apropiada, además, para todo tipo de industrias.