Industria social: la fábrica que dialoga

Industria 4.0 o industria social con social Factory

  La conversación ha llegado a las plantas de fabricación y el diálogo entre personas, máquinas, robots, sistemas y procesos se ha convertido, de facto, en una de las características de las denominadas fábricas inteligentes o smart factories, protagonistas de la cuarta revolución en el sector industrial. La fábrica 4.0 o industria social se levanta sobre una serie de pilares, tales como la robótica o los sistemas ciberfísicos; se expande a través de la tecnología de Internet de las Cosas (IoT), y analiza, piensa y toma decisiones aplicando tecnología de Big Data, analítica avanzada o Inteligencia Artificial al caudal de datos que aporta todo este ecosistema. Los robots industriales, que solo en España ya suman un censo de más de 35.000 unidades, es decir, dos de cada mil trabajadores en este sector, son una buena prueba de la revolución actualmente en marcha, una revolución en la que el diálogo hombre-máquina se normaliza y expande en un entorno altamente automatizado e inteligente, es decir, capaz de tomar decisiones de acuerdo con unos objetivos y teniendo en cuenta las circunstancias. Estamos ante la fábrica 4.0. La red de comunicación que posibilita la conexión y comunicación de las “cosas” con otros elementos de la red, tanto físicos como humanos, bautizada IoT en 1999 por el tecnólogo británico, Kevin Ashton, es de facto una de las piezas fundamentales de esta revolución. IoT permite compartir datos, una cualidad intrínseca a las fábricas 4.0, donde se desarrolla un diálogo continuo que, a través de una capa de tecnología social, es posible elevar a un nivel máximo de usabilidad. Las plantas de fabricación son, por su propia naturaleza, entornos complejos que, con el avance de la robótica, la sensorización y la automatización continúan sofisticándose. Sin embargo, la tecnología Social Business, bajo la forma de aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales corporativas, permite trasladar esta conversación continua a un entorno amable, de fácil uso y esencialmente participativo, en el que personas, máquinas, sistemas y procesos dialogan de forma fluida y en tiempo real, incluidos los diferentes sistemas que gestionan, monitorizan y controlan el correcto funcionamiento de la fábrica. El aliado de la industria social: Social Business La capa social MES permite a las fábricas avanzar en los dos grandes ejes sobre los que pivota la conversión en las fábricas 4.0. El primer eje, horizontal, refleja la progresión desde una organización jerarquizada de acuerdo con principios funcionales y con una operativa organizada en silos, a una organización basada en una red de equipos integrados, tanto por personas, como por máquinas, sistemas y procesos. Esta carrera se ha acelerado de forma notable en los últimos años y tiene un aliado fundamental en la tecnología Social Business, en tanto que medio para vehicular la conversación entre los integrantes de los equipos y entre los distintos equipos de la red. Con el soporte de esta de red de equipos integrados, la operativa de las fábricas físicas discurre paralela al diálogo en un entorno digital en el que humanos (operarios, jefes de planta, coordinadores de equipos y gestores de diversas áreas) participan y colaboran con máquinas, robots y procesos. Humanos, máquinas y procesos comparte en este entorno su estado, emiten y reciben notificaciones, y comparten información en tiempo real. Por su parte, el eje vertical refleja el paso de una organización enfocada hacia el interior hacia una organización abierta al exterior en la que los diferentes equipos -estrategia de producto, ingeniería, finanzas, marketing, ventas, suministro, operaciones, calidad, mantenimiento, ingeniería, etc.-, analizan la influencia de los factores externo, así como su propio impacto en el entorno. A este ejercicio también contribuyen las tecnologías Social Business, en tanto que medio para compartir información y colaborar en la generación de propuestas de valor con los diferentes agentes que mantienen relaciones con la empresa -proveedores, clientes, socios, etc.- Esta última derivada es especialmente atractiva si tenemos en cuenta que el último ‘Informe sobre el Desarrollo Industrial 2018’ de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) apunta a favor de una industrialización inclusiva y sostenible como la clave del desarrollo sostenible y llama a la puesta en marcha de un “círculo virtuoso”, en el que el desarrollo industrial tenga en cuenta tanto la oferta como la demanda. La tecnología en su conjunto y, específicamente, las soluciones con una capa social integrada contribuyen directamente a la consecución de este objetivo: la construcción de una industria que, más allá de la automatización, sitúe a este sector a la vanguardia de una economía inteligente y social. A pesar de los desafíos comerciales, el sector industrial debe aprovechar el actual ciclo de expansión para impulsar una modernización que, por supuesto, es tecnológica, pero también es cultural y debe, por tanto, aprovechar las nuevas y avanzadas posibilidades de la tecnología Social Business. Utilizada por más de 350 compañías del sector industrial en todo el mundo, la solución Industry 4.0 by aggity ha evolucionado y, renombrada Social Factory by aggity, integra la capa social que permite integrar en una nueva cultura de conversación, colaboración y operativa inteligentes a todos los elementos -tanto humanos como físicos y digitales- que contribuyen a la construcción del “círculo virtuoso”.

Social MES, el cerebro de las fábricas inteligentes

Fábrica inteligente con social mes by aggity

  Optimización, mejora continua, competitividad. Ya sea textil, de componentes de automoción, de bienes de equipo, de consumo, espacial, etc., la industria es uno de los motores de la economía donde la tecnología se ha convertido en un aliado decisivo para mantener posiciones en el escenario globalizado. La cuarta revolución industrial está en marcha y las denominadas smart factories o fábricas inteligentes serán las únicas que continuarán marcando el paso en el futuro. La fábrica 4.0 representa un nuevo avance tanto desde los puntos de vista de la conectividad y la automatización, dos campos que se mantienen en constante evolución de forma simultánea a la convergencia del mundo físico y el mundo digital. De hecho, la convergencia de la tecnología operacional (OT) y la tecnología de la información (IT) abre la puerta al salto desde una operativa lineal y secuencial a otra abierta e interconectada que se alimenta del permanente flujo de datos procedente de los sistemas operacionales, los sistemas de producción, las diferentes áreas funcionales y el conjunto de la cadena de valor. Se trata de un ecosistema complejo en el que el sistema MES (Manufacturing Execution System) opera como el cerebro respecto al sistema nervioso. En este cerebro converge la información procedente de los sistemas de producción y se lleva a cabo un control y una supervisión permanente de toda fábrica, con información completa, detallada y en tiempo real. La potencia de MES va mucho más allá de la simple recolección de información al posibilitar la transformación de este flujo permanente de datos e información en conocimiento, es decir, en una visión real de la operativa y la actividad de las diferentes áreas funcionales. Este conocimiento se presenta de forma gráfica y a través de informes y cuadros de mando que permiten conocer en cualquier momento qué está sucediendo en la planta o plantas de fabricación, en qué medida lo que sucede se ajusta a lo planificado e incluso adelantarse y evitar cualquier tipo de fallo ante la detección de cualquier anomalía. El cerebro MES no solo facilita a los gestores una visión completa del progreso de las órdenes de fabricación, también proporciona análisis estadísticos del rendimiento en tiempo real, como el OEE (Overall Equipment Efficiency) por recurso, planta, departamento; se encarga de supervisar y controlar los materiales (niveles de stock, visualización del consumo de materiales, lotes utilizados y fabricados, etc.), el mantenimiento y la calidad, con acceso a gráficos de control e inspecciones en línea. Todas estas funciones resultan fundamentales para los responsables de producción. En el caso, por ejemplo, de un gerente de producción de un fabricante textil que necesite conocer cuándo estará disponible la nueva colección otoño-invierno de pantalones, en lugar de acceder a diferentes sistemas para verificar si la producción ya ha comenzado, conocer la planificación establecida, determinar el ciclo de fabricación, disponer de pruebas del producto y verificar la disponibilidad de materiales, dispondrá de una visión completa y detallada gracias al sistema MES que le envía directamente dicha información. Fábrica 4.0: digital y social De esta forma y bajo el principio de que la fábrica 4.0 es digital y también social, los operarios y ensambladores disponen de la información exacta que precisan en el momento requerido y lo mismo sucede en el caso de los responsables de fabricación, de calidad, de mantenimiento y, por supuesto, la gerencia. Del mismo modo, también máquinas, robots y procesos cuentan con la información necesaria al instante para desarrollar su labor y fluir de manera armónica y adaptable a cualquier cambio que pueda producirse para cumplir con los objetivos de negocio. Como sucede con los sentidos en el cuerpo humano, en las plantas de fabricación existen diversos entornos en los que se recolectan datos –lectores de códigos de barras, medidores electrónicos, sensores, sistemas SPC (Statistical Process Control), formularios, etc.- y, a modo de cerebro, el sistema MES recopila toda esa información para ponerla a disposición de la gestión y las diferentes áreas funcionales de acuerdo con sus necesidades y requisitos. En tanto que cerebro de la fábrica 4.0, el sistema MES configura un hub central de información conectado, cada vez de forma más estrecha y automatizada gracias a Internet de las Cosas (IoT), con los sistemas operacionales y con diversos sistemas de información, eliminando cualquier tipo de vacío entre la planta o plantas de fabricación con las áreas ingeniería, compras, contabilidad, calidad, etc. Con MES desparecen las áreas de fábrica de las que no existe información disponible en tiempo real y se mantiene un control permanente no solo de los procesos que se están desarrollando, sino también de en qué momento, de qué manera y por qué. Para ello, los sistemas MES continúan evolucionando y cada día incorporan más inteligencia, se integran con el universo IoT e incorporan nuevas herramientas de comunicación social, configurando una capa adicional que, aprovechando la potencia de la nueva generación de aplicaciones Social Business, permite una gestión colaborativa de las plantas de fabricación en la que personas, máquinas y procesos pueden interactuar sin barreras. Con todas estas capacidades, MES es un componente crítico de la Industria 4.0, que opera como un puente entre los distintos recursos físicos y sistemas de información de las plantas de fabricación y hace posible una verdadera digitalización de extremo a extremo. Todo ello, facilita un entorno integrado para intercambiar información y disponer de la visión y el conocimiento, en forma de indicadores clave, que permite tomar decisiones inteligentes de una forma ágil que impulsan la mejora constante, en términos de eficiencia y costes, que caracteriza a las fábricas inteligentes, capaces de aprender y de adaptarse de forma flexible a las nuevas demandas.  

Transformación Digital e Industria: Conectada

Software para la industria conectada de aggity

  Industria Conectada, Revolución 4.0, Industria 4.0, Cuarta Revolución Industrial… Tiene muchos nombres y denominaciones, pero en lo que coinciden todos los expertos es que las nuevas formas digitales de producción ya han llegado, y su impacto es cada vez más destacado en las plantas de fabricación de todo el mundo. Prueba de ello son las grandes inversiones que distintas compañías del sector están realizando en estas tecnologías, un total de 907.000 millones de dólares en todo el mundo hasta 2020, según varios estudios. Establecer una agenda digital con soluciones y tecnologías innovadoras es clave para el buen desarrollo de las empresas que decidan apostar por la Industria 4.0. No en vano, se estima que, si las empresas industriales españolas alcanzasen una madurez digital en este sentido, su contribución al PIB podría aumentar hasta en un 10% en el próximo lustro. Todo esto sin contar otras ventajas derivadas de la digitalización industrial, como una mejora general de la productividad derivada de la simplificación y automatización de procesos, y la reducción de tiempos y defectos en la producción. Está más que claro que la Industria 4.0 es una realidad que ha venido para quedarse y a la que las plantas de producción se tendrán que adaptar para mantenerse en la cresta de la ola. Sin embargo, y al igual que en anteriores grandes cambios en la industria, el boom de la Industria Conectada está fundamentado en grandes avances tecnológicos que generalmente vienen bajo el paraguas de la Transformación Digital, algo a lo que ya se han acostumbrado el resto de los sectores. En este sentido, ¿cuáles son las principales tendencias de las que se puede beneficiar el sector industrial? Todo el mundo habla de la Transformación Digital y de sus probados beneficios económicos y productivos para las empresas desde hace ya varios años, pero se trata de un término muy general que no se puede aplicar de la misma forma a todas las compañías. Por ejemplo, el proceso de digitalización de un supermercado no será el mismo que el de una planta de producción. Entonces, ¿cuáles son las nuevas tecnologías que más van a beneficiar a la digitalización de la industria? La Transformación Digital, clave para la evolución industrial Respecto a la Transformación Digital, en el sector industrial sucede algo que no es tan común en otras empresas. Y es que hoy en día dentro de las plantas de producción se pueden ver nuevas tecnologías que también han calado en otros sectores e incluso entre la población general, como IoT (Internet of Things), Big Data y la IA (Inteligencia Artificial), conviviendo con otras soluciones y formas de uso de la tecnología, como la robótica o el cloud computing. De entre todas las mencionadas anteriormente, puede que las más relevantes dentro de la industria sean IoT e IA. Y es que, según un estudio de Telefónica el mercado del IoT industrial alcanzará los 195.470 millones de dólares en 2022, mientras que la IA ya es un elemento clave para automatizar los procesos de producción más rutinarios y dejar las decisiones más importantes a los trabajadores humanos. Combinando ambas tecnologías, se puede mejorar gradualmente la productividad de la maquinaria y reducir los errores y defectos, todo ello mientras se optimizan los tiempos de producción. Además, conectar las máquinas industriales a una red IoT permite que las compañías obtengan un registro de su producción mediante la recolección de grandes volúmenes de datos. Gracias a esta aplicación industrial de la tecnología conocida como Big Data, los operarios podrán realizar un análisis predictivo de posibles fallos en la maquinaria para ahorrar en costes de mantenimiento. Y si ponemos el foco en tecnologías que a priori pueden parecer más exclusivas del sector industrial, como la robótica a través de sistemas ciberfísicos, o tendencias en claro auge, como el cloud computing, su aplicación para desarrollar la Industria 4.0 también resulta positiva. En el caso de la computación en la nube, las empresas industriales pueden utilizar esta tecnología para almacenar datos derivados de la producción sin necesidad de aplicar una inversión extra en hardware y software. Y, por supuesto, también son muy destacables los beneficios en cuanto a automatización y mejora de la producción que ofrecen dispositivos y herramientas robóticas conectadas física y virtualmente a través de sistemas ciberfísicos. Una Transformación Digital segura e ineludible Cloud computing, IA, big data, sistemas ciberfísicos… El número de nuevas tecnologías aplicables a la transformación digital de la industria crece con cada día que pasa, y muchas de estas novedades implican un mayor número de conexiones de la planta de producción a la red. En este sentido, los operarios de estas empresas no pueden olvidar una vieja frase del sector de la seguridad: “si estás conectado, estás expuesto”. Inevitablemente, la hiperconectividad de la industria lleva consigo agujeros de seguridad que hacen el trabajo más fácil al espionaje industrial, aunque el peligro no acaba ahí. Y es que una vulnerabilidad también puede ser utilizada para secuestrar información clave de la empresa y sus clientes, o para paralizar por completo el proceso de producción. Por ello, y antes de abordar la Transformación Digital de las plantas de producción, las empresas deben invertir en las más completas soluciones de ciberseguridad para sus máquinas, además de garantizar una formación básica en este sentido para sus empleados. Los cambios en la industria siempre han sido antecedentes de productos y servicios de los que la sociedad se acaba beneficiando. Ya se vio en las primeras revoluciones industriales con el uso generalizado del vapor, la combustión de carbón y los combustibles fósiles. Pero hoy en día, la sociedad ya se ha adelantado al sector industrial conectado en el uso de nuevas tecnologías como IoT, IA y Big Data. Ya no solo por las oportunidades de negocio y beneficios, ni por el temor a quedarse atrás en la carrera tecnológica. La sociedad cada vez está más conectada y reclama más avances tecnológicos, y las industrias que no se apliquen a sí mismas este principio evolutivo, difícilmente podrán continuar compitiendo en

Sistemas de eficiencia productiva en la Industria 4.0

produccion eficiente industria

  El éxito o el fracaso de las empresas dedicadas a la fabricación de productos depende de muchos factores, aunque el más influyente en este sentido es la calidad y volumen de su producción. Los responsables técnicos de las fábricas deben asegurarse de que su maquinaria industrial está en perfectas condiciones no solo para garantizar la producción necesaria, sino también para que esta producción esté exenta de fallos y tenga la mayor calidad posible. Lo que se conocce como ‘eficiencia productiva’. La importancia del buen funcionamiento de las máquinas cobra aún más relevancia en el contexto de la Industria 4.0, ya que los avances tecnológicos de esta tendencia han aportado una mayor carga de trabajo a la red de maquinaria industrial. Ante este reto, es vital que los responsables técnicos de estas máquinas conozcan al detalle sus puntos fuertes y débiles, pero ¿cómo tener acceso en tiempo real a esta información? La verificación, primer paso para la eficiencia productiva Una forma de asegurarse del correcto funcionamiento de las máquinas es usando el parámetro OEE (Overall Equipment Effectiveness o Eficiencia General de los Equipos), una fórmula matemática usada por empresas de todo el mundo que mide la disponibilidad, rendimiento y calidad del proceso de fabricación. Gracias a ello, los responsables de la maquinaria industrial pueden medir con exactitud las pérdidas que ocurren en la fabricación de los productos, y en qué momento exacto se producen estas pérdidas. Para conocer el OEE de una fábrica hay que calcular el cociente entre el tiempo operativo y el disponible, el cociente entre la producción real y la capacidad productiva, y el cociente entre los productos válidos y la producción real, y tras ello multiplicar todos estos datos. El resultado será un porcentaje que mide los productos buenos que una fábrica es capaz de generar, por ejemplo, un OEE del 50% significa que de cada 100 piezas que ha producido la maquinaria, la mitad no cumplen con los requerimientos de calidad. Se trata, sin duda, de un parámetro de cumplimiento muy exigente para las empresas, ya que no considera que la competitividad de una empresa es buena hasta que no alcanza un porcentaje de al menos el 85%. Cualquier ratio por debajo de esa cifra implica pérdidas económicas y una competitividad que se podría mejorar. La monitorización, una asignatura pendiente Para asegurarse de tener una buena ratio de OEE, y por lo tanto una buena eficiencia productiva, los responsables de las fábricas deben monitorizar y analizar la información resultante del trabajo de sus máquinas. No obstante, muchas empresas carecen de información fiable de los procesos y los tiempos invertidos en cambios de productos, limpiezas, paros de producción, etc., de modo que la aplicación de políticas de mejora resulta inviable. Además, si una empresa recopila información de este aspecto puede que dependa mucho del criterio subjetivo del operador, por lo que también se complica aplicar políticas de mejora continua ayudándose de indicadores del rendimiento como el OEE. Además, muchas fábricas también tienen problemas con sus órdenes de fabricación, ya sea a la hora de gestionarlas o de generarlas. Sistemas y software de eficiencia productiva No cabe duda de que una producción óptima es el síntoma más claro de que una empresa industrial funciona bien, y la mejor manera de verificar su buen funcionamiento es calculando el OEE de la maquinaria. Sin embargo, de nada sirve conocer los puntos fuertes y débiles de la producción industrial si la empresa no cuenta con un plan y con herramientas para mejorar en este sentido.  

La Industria 4.0 es una realidad: ¿cómo aprovechar su potencial?

software para la industria 4.0

  Hace unos años, la idea de una perfecta automatización de los sistemas tecnológicos de una fábrica y su sincronización con los trabajadores de esta podría haber sonado bastante futurista. Sin embargo, hace tiempo que los equipos TI de diversas compañías dieron los primeros pasos para convertir sus plantas de fabricación en Industrias 4.0 o Industrias Inteligentes. Pero ¿qué es la Industria 4.0? ¿Qué es la Industria 4.0? Básicamente, la Industria 4.0 es un gran paso más en la progresiva transformación de las industrias, un impulso de la transformación digital a las plantas de producción que algunos consideran una Cuarta Revolución Industrial, mientras que otros lo definen simplemente como una actualización de la Tercera Revolución Industrial a los tiempos actuales con sistemas de nueva generación. En lo que están de acuerdo todos los expertos es que la Industria 4.0 ha introducido muchas de las tecnologías de la información y operacionales más punteras a las plantas de producción. Entre estos avances destacan el cloud computing, IoT, la robótica, el big data, la IA o el aprendizaje automático, sistemas cuyo objetivo en el sector de la industria sería el de ahorrar tiempos y costes de producción, lo que se deriva del aumento de la productividad y eficiencia de las fábricas. Sin embargo, el cambio más importante que introduce la Industria 4.0 es la adopción de sistemas ciberfísicos a la producción masiva. Consisten en dispositivos y herramientas conectados física y virtualmente entre sí, cuya principal labor es la de controlar un proceso físico, ahorrando esfuerzo a los operarios ya que se garantiza una mayor automatización de máquinas y sistemas, dejando las decisiones más urgentes e importantes a los propios trabajadores. Destacan el cloud computing, IoT, la robótica, el big data, la IA o el aprendizaje automático. Sin embargo, el cambio más importante que introduce la Industria 4.0 es la adopción de sistemas ciberfísicos a la producción masiva. Cómo hacer la transformación a una Industria 4.0 No hay duda de que la transformación inteligente de las empresas es un hecho y que las industrias tendrán que adaptarse a estos cambios para seguir siendo competitivas y relevantes. Pero ¿cómo han llevado los empresarios tantos cambios repentinos en tan solo cinco años? La mayor parte de las tecnologías de la Industria 4.0 ya están desarrolladas y establecidas, y también son fundamentales los avances en materia de protocolos de comunicación, específicamente en los entornos operacionales, tradicionalmente más resistentes al cambio que los entornos informacionales. La creciente concienciación de los responsables de la toma de decisiones de las empresas del sector industrial en cuanto al imperativo de competir en un mercado global, extremadamente ágil y donde la fabricación se realiza bajo demanda, también juega a favor del desarrollo de las fábricas inteligentes. No obstante, es necesario un paso adicional para poder hablar de una Cuarta Revolución Industrial totalmente consolidada y que consiste en la adopción masiva de estos avances por parte de las industrias, pero antes se debe tener en cuenta cómo aplicar estas tecnologías de la mejor forma para su método de producción. Software para la transformación de la Industria 4.0 Teniendo en cuenta este factor, aggity ha desarrollado Industry 4.0, un software especialmente diseñado para estas industrias conectadas e inteligentes cuya función principal es la de ahorrar costes y tiempos de producción a la vez que se aumenta la productividad y la eficiencia de la fábrica. Todo ello se consigue gestionando y monitorizando en tiempo real la actividad de toda la planta de producción y automatizando los procesos industriales. Además, las tres distintas soluciones que ofrece Industry 4.0 (Social MES, Scheduling by aggity y Factory MES) se integran directamente con todos los sistemas ERP (Enterprise Resource Planning), facilitando el salto a este nuevo estadio a todo tipo de empresas industriales, con independencia de su tamaño y subsector. En este sentido, el sistema Social MES: Manufacturing Execution System controla y monitoriza las cuatro áreas principales de trabajo en una industria: producción, materiales, calidad y mantenimiento. Social MES ofrece a trabajadores y empleados información sobre todo lo que sucede en la fábrica en tiempo real, además de una gestión de materiales mejorada y una mejor conexión entre los distintos departamentos. De esta forma se logra una reducción de los tiempos y los costes, una optimización de los tiempos de producción y una mejora en la calidad del producto final. Social MES controla y monitoriza las cuatro áreas principales de trabajo en una industria: producción, materiales, calidad y mantenimiento. Scheduling by aggity es, por su parte, una herramienta muy útil para planificar el funcionamiento de la Fábrica 4.0. Este programa gestiona todas las actividades planificadas que tiene la empresa respecto a los elementos de producción (trabajadores, máquinas, sistemas…) y su carga de trabajo. Con Scheduling también es posible realizar simulaciones de varios escenarios de planificación y hace comparaciones entre ellos para que los trabajadores decidan el mejor plan a seguir. Con todo ello, se evitan los cuellos de botella y se reducen los tiempos de inactividad, además de mejorar los plazos de entrega, disminuyendo los costes de producción e incrementando la productividad entre un 10% y un 40%. Scheduling, por su parte, gestiona todas las actividades planificadas que tiene la empresa respecto a los elementos de producción (trabajadores, máquinas, sistemas…) y su carga de trabajo. Bajo la filosofía Social Business, la solución Social Factory MES de aggity garantiza una buena comunicación entre los sistemas y trabajadores de la fábrica conectada. Algo muy importante, ya que la falta de información entre empleados provoca que pierdan entre un 50% y un 70% de su tiempo en la búsqueda de datos y la elaboración de informes. En este sentido, Social MES elimina estos obstáculos al permitir que los empleados participen en una gestión colaborativa del trabajo basada en redes sociales, mensajería instantánea, video-streaming, dispositivos conectados a las redes corporativas y aplicaciones, de forma que la información fluye de forma eficaz entre todos los departamentos de la fábrica. Social Factory MES garantiza una buena comunicación entre los sistemas y trabajadores de la fábrica conectada y agiliza la

Big data e Industria 4.0: quien gane la batalla de los datos, ganará el futuro

Big Data en el sector industrial

Desde el coche al metro, desde la nevera al supermercado, pasando por el banco, la aseguradora, las campañas políticas, la publicidad y la tienda online, todos los procesos de la economía actual se transforman a distintas velocidades con el uso del big data o procesamiento de grandes cantidades de datos.   El big data hace posible desde el cálculo de la ruta del vehículo particular, para elegir la mejor opción, a la frecuencia con la que deben transitar los transportes públicos, en tanto que hace funcionar los algoritmos de marcas como Amazon o Uber para dar un mejor servicio en el menor plazo de tiempo gracias al empleo, análisis y coordinación de teras y teras de datos. También llegan a determinar las comisiones personalizadas que incluye el banco en base al comportamiento financiero de cada usuario. Están en la matriz que facilita a Google exponer los resultados más buscados y gestionar los datos de navegación por Internet de los ciudadanos con el fin de que las empresas anunciantes le den más dinero por el micro-targeting, así como en el razonamiento que explica cómo Facebook o Instagram personalizan las historias que muestran al usuario al entrar en sus plataformas.   La gestión y análisis de grandes volúmenes de datos es una de las claves para entender la realidad económica, las demandas del mercado, el perfil de los usuarios y su respuesta a nuevos productos o servicios. Se ha convertido, por tanto, no solo en una prioridad para las empresas, sino también en la fuente indispensable para el negocio del siglo XXI, en el que la inmensa mayoría de las actividades diarias pasan por Internet o se relacionan con esta red universal. Por ello, la cantidad de datos registrados, recogidos y almacenados por las empresas, tanto del entorno online como offline, aumenta exponencialmente. Esto conlleva que cada año las compañías afronten más dificultades para gestionar y analizar esos datos. De acuerdo con informes recientes, un 80% de los ejecutivos de marketing reconoce que el big data es clave en la estrategia empresarial de sus compañías, en tanto que activo estratégico para el desarrollo de las mismas. Además de reconocer su importancia vital, también es necesario que las empresas tengan una estrategia definida para su recolección, almacenaje, gestión, procesamiento y análisis, con el estricto cumplimiento de la directiva europea GDPR (de obligación a partir del 25 de mayo) y con una arquitectura adecuada para ello. En cuanto a la utilización de esos datos, queda o debería quedar especificado en los términos de uso que se aceptan para cederlos, lo que conlleva una autorización que las empresas tratan de manejar con mayor eficacia ante su imparable aumento. En especial cuando el consumo a través de la red gana cada vez más adeptos, por su comodidad y eficacia, frente a la compra offline. Y es que desde gestionar las finanzas en Internet a comprar ropa o productos, pasando por servicios online de entrega a domicilio, los datos de consumo son cada vez más y más precisos, lo que permite reenfocar el modelo en esta nueva era. Una era en la que los clientes prefieren ver, comparar y analizar a través de la web antes de efectuar la compra, y en la que las empresas pueden, de esta manera, acceder y conocer a sus consumidores con un menor coste. El big data ofrece enormes oportunidades. Su correcta utilización, al extraer el valor de los datos, permite identificar las tendencias entre los usuarios y conocer mejor al público a través del análisis de su conducta, gustos y preferencias, opiniones, etc. Esto se puede traducir en la mejor orientación de las campañas de marketing y el aumento de las ventas, así como la personalización de la oferta y fidelización del cliente.   Estos macrodatos, bien gestionados, también permiten a las compañías adecuar su producción industrial al stock y la demanda esperada de cada producto, con una planificación de estrategias más detalladas que den respuestas inmediatas a situaciones reales. Porque el big data es fundamental también para maximizar la eficiencia de los procesos en la industria, así como para aprovechar toda la información que generan las máquinas y el Internet de las Cosas (IoT), en un mundo hiperconectado en el que cada elemento es fuente de información y nodo de comunicación. En este contexto, en aggity hemos desarrollado la solución Industry 4.0 by aggity, un sistema que facilita la digitalización y automatización de la producción con el que ya operan más de 350 compañías en el mundo, y que dispone de una nueva dimensión social gracias a las herramientas de comunicación entre personas, equipos, máquinas, robots y sistemas informáticos en un entorno de gestión inteligente. La fábrica inteligente y social es el resultado de la incorporación de la plataforma Social Business by aggity en la solución Social Factory, con la integración de la plataforma Corporate Social Network by aggity y la aplicación de mensajería instantánea Corporate Messenger by aggity. Ambas suman al sistema MES (Manufacturing Execution System) una capa social en la que humanos y máquinas pueden hacer uso de la información en tiempo real, comunicarse e interactuar. Conoce más sobre: Plataforma Social Business Corporate Social Network Corporate Messenger De esta forma y gracias al conocimiento permanente del estado de los distintos procesos de negocio, las empresas 4.0 incrementan su productividad, mejoran su eficiencia energética, optimizan el uso de los recursos y, por ende, elevan su rentabilidad y son más sostenibles. Quien gane la batalla de los datos, ganará el futuro. Una estrategia que aproveche este filón para entender mejor el mercado y sus posibilidades, así como comprender a los clientes que lo conforman, es imprescindible para avanzar en la senda de maximización de los beneficios. Una estrategia definida que cubra consideraciones respecto a la arquitectura y almacenamiento de los datos, el gobierno de los mismos y el cumplimiento de la legislación, respaldada por las soluciones tecnológicas necesarias para llevarla a cabo. Entradas destacadas

Sistemas MES: una monitorización global de la Industria 4.0

fabrica inteligente 3

  Los sistemas MES monitorizan, almacenan y trazan automáticamente toda actividad realizada por los operarios de fábrica, ofreciendo información detallada acerca de QUIÉN hizo la actividad, QUÉ hizo, DÓNDE tuvo lugar y CUÁNDO se realizó. El Síndrome del Pajar María, la jefa de Producción, y Juan, el jefe de fábrica, no tienen una visión global de lo que pasa “abajo” hasta pasado un tiempo, la información actualizada brilla por su ausencia. No conocen la situación detallada del avance del plan de producción en todo momento, de forma que les resulta imposible responder al equipo comercial a preguntas del estilo: “El cliente ABC me pregunta si el pedido 123456 lo recibirá el próximo día 3, tal y como acordamos”. La ausencia de información realmente fiable respecto a los tiempos invertidos para los cambios de producto y formatos, limpiezas, microparos y pérdidas por baja velocidad de las máquinas, impide la aplicación de políticas de mejora continua. Otros directores de fábrica o de producción sí que tienen información, pero la tienen en formatos Excel muy poco flexibles para su análisis y, sobre todo, no está disponible para ser compartida con el equipo en cualquier momento. Juan y María se han dado cuenta de que disponen de miles de datos, pero a la hora de la verdad no encuentran la información realmente relevante para la toma de decisiones, lo que les impide saber con exactitud lo que realmente pasa en fábrica. Ellos no lo saben, pero sufren el conocido como «síndrome del pajar». Tener millones de DATOS NO es tener INFORMACIÓN RELEVANTE. A menudo María descubre que se está produciendo un nivel de rechazo de producto, que está fuera de control por falta de información en tiempo real. Cuando esto sucede, ya es demasiado tarde, el producto no es aprovechable. Al tratar de organizar acciones de mejora, María se da cuenta de que, al no disponer de información fiable, no ha preguntado a los operarios acerca de su problemas, ni les ha dado información de cómo van las cosas. En definitiva, no los ha implicado en la detección y solución de problemas… es un pez que se muerde la cola. Sistemas o software MES: Qué son y qué hacen Una fábrica inteligente o fábrica 4.0 dispone de un sistema que captura datos de producción y otras áreas de fabricación como mantenimiento, calidad, logística y planificación, los cruza y genera información relevante que ayuda a la toma de decisiones a corto, medio y largo plazo, y con una visión multidisciplinar (una fábrica no solo es producción). Este tipo de sistemas son los conocidos como sistemas MES o Software MES (Manufacturing Execution System). Desde el punto de vista estrictamente de producción, todo sistema MES: Recopila datos automáticamente. Detalla los paros de máquina y los motivos del producto rechazado. Permite la gestión sin papeles de toda la fábrica. Muestra la producción realizada y pendiente en tiempo real, permitiendo saber cómo está el plan de fabricación en cualquier momento y desde cualquier lugar. Analiza la productividad y la eficiencia de los recursos. Ofrece informes para la gestión de la producción a corto, medio y largo plazo. Traza actividades directas e indirectas, paros de máquina justificados, preparaciones, cantidades producidas, rechazos según tipología, retrabajos. Monitoriza los recursos y consumos en tiempo real. Dispone de cuadros de mando en tiempo real (operador, máquina, OF…). Habilita histogramas de carga de trabajo para cada máquina. Genera mapas interactivos de fábrica, departamento, área o centro de trabajo, mostrando el estado de las máquinas en todo momento.   Los sistemas MES monitorizan, almacenan y trazan automáticamente toda actividad realizada por los operarios de fábrica, ofreciendo información detallada acerca de QUIÉN hizo la actividad, QUÉ hizo, DÓNDE tuvo lugar y CUÁNDO se realizó. INDUSTRIA 4.0 es sinónimo de INTERCONECTIVIDAD entre máquinas, cosas, personas, sistemas, procesos, y otros actores como clientes, proveedores u otro tipo de colaboradores. Las soluciones MES se sitúan en el centro de toda conectividad si lo que se desea es orientar el proceso productivo hacia la fábrica inteligente, y son la solución de gestión por excelencia para jefes de turno, directores de área, directores de fábrica, y directores industriales.    

Industria 4.0: robots, sensores o realidad aumentada, así son las fábricas inteligentes

fábrica inteligente

  Robots inteligentes que trabajan de forma amigable con operarios, multisensores para que las máquinas se comuniquen, realidad aumentada para visualizar prototipos, eso y más es lo que se denomina la revolución de la industria 4.0 o de las fábricas inteligentes y donde el sector español busca embarcarse. La Fábrica 4.0, el entorno del IoT y el Big Data El Internet de las cosas y el Big Data, que relacionan los datos con actividades humanas, tienen la capacidad de revolucionar los procesos tradicionales con las herramientas adecuadas. Y es que, el adecuarse a la demanda de los usuarios, hace que las nuevas fábricas 4.0 demandan cada vez más productos a “la carta” diseñados por él mismo y que estén rápido en casa. Según expertos, las fábricas deben prepararse para garantizar una oferta individualizada en tiempo real. Empresas como Nike ya permiten el diseño individualizado de zapatillas: elegir texturas, tejidos, colores. Además, fabricantes de productos alimentarios como “muesli” están dando opción a personalizar cereales en varios aspectos como cantidades, ingredientes añadidos o tipo de embalaje. El potencial económico del Internet de las cosas para empresas y gobiernos es enorme; según Cisco, hasta 14,5 billones de euros podrían estar “en juego” en el horizonte de 2023. Máquinas que aprenden Entre las características de este nuevo tipo de industria está la robótica colaborativa, con la que las máquinas ayudan al operario en tareas repetitivas o peligrosas sin agredirlo al reconocerlo y con el que ya pueden compartir actividades en un mismo lugar físico. O bien, sistemas ciberfísicos, donde proliferan diminutos ordenadores con sistemas incluidos en la fabricación y enormes funcionalidades para procesamiento de información. Asimismo, la sensorización, la visión inteligente y la realidad aumentada, con máquinas que aprenden por sí mismas bajo la tutela del operario que es pieza clave en esta fabricación, y al que ofrecen asistencia con gafas interactivas. La fabricación aditiva o por capas también es fundamental en esta nueva industria ya que ahorra tiempo y dinero frente a técnicas tradicionales como prototipos a partir de moldes, que resultan muy costosos cuando los pedidos son poco voluminosos. “Se quiere traer de nuevo a Europa la fábrica mientras que en el pasado se deslocalizaba en busca de mano de obra barata y eso hizo que también se fugaran talentos”, ha explicado Loreto Susperregi. Y es que en esta incipiente carrera industrial 4.0, España se encuentra en buena posición, “en la parrilla de salida”, según David Sánchez. “No podemos dejar pasar esta oportunidad”, porque hasta el momento, “ningún país se ha posicionado en cabeza”, ha añadido. El momento de “subirse a la revolución” Países punteros en esta industria son Alemania y Estados Unidos. En estos momentos la industria española “tiene la opción de subirse a esta revolución”, y de no hacerlo perderá competitividad. También EEUU avanza con firmeza en este tipo de fábricas. Recientemente, en Chicago, líderes de la industria se han reunido en el Forum del Internet de las cosas para impulsar este modelo industrial en el marco de unas previsiones de dos millones de déficit de profesionales expertos en este nuevo mundo. Reutilizar la información Tecnológicas y universidades se están movilizando para ajustar perfiles formativos a las nuevas necesidades. Uno de los miembros de su consejo asesor, Jorge Calderón, ha detallado profesiones con gran demanda como ingenieros de datos capaces de reutilizar ingentes cantidades de información, los profesionales en ciberseguridad y los expertos en diseño de interfaces más sencillas y cómodas. En este nuevo marco de producción, Opera MES ha creado una tecnología en la nube que interconecta dispositivos y es muy útil para industrias como la farmacéutica, cuyos productos exigen rangos de temperatura determinados en toda la cadena de distribución, entre otros tantos sectores que pueden verse favorecidos. Además se integra a la plataforma Social Business, para llevar la comunicación móvil y ágil a los operarios en el momento oportuno y tiempo real.

Social MES asegura la conexión e intercomunicación de todo con todo

social mes fabrica

  MAQUINARIA Y SISTEMAS DE CONTROL OBSOLETOS Otras conclusiones tienen más que ver con la capacidad para solucionar determinados problemas. Así, el 52% de estas industrias desconoce cómo reducir las mermas de materias primas o el sobrellenado. El 67% de las fábricas están produciendo entre un 4% y un 8% de más para satisfacer su demanda, muy por encima de un margen de tolerancia adecuado (entre 1% y 3%). Estos datos revelan un problema de obsolescencia, tanto en lo que se refiere a la maquinaria como a los procedimientos de control y medición. Pero para afrontarlo se asume un punto de partida recurrente desde la primera Revolución Industrial: la inversión en nuevo equipamiento productivo. Esta visión errónea se complica con el abanico de tecnologías y soluciones existentes para acometer este proceso de reconversión: robótica avanzada, sistemas cibernéticos, inteligencia artificial, impresión 3D e IoT, entre otras, parecen encarnar las bondades de esta cuarta Revolución Industrial. No obstante, esta visión esconde otras soluciones más simples, de menor coste y más efectivas a la hora de mejorar cualquier proceso de producción. Por ejemplo, un sistema de captura automática de datos o, dando un paso más allá, una solución MES disminuyen el tiempo para la toma de medidas correctoras ante un problema de producción y procuran una reducción del 30% en los costes asociados a estos. El 52% desconoce cómo reducir las mermas de materias primas o el sobrellenado SOCIAL MES PARA PROBLEMAS REALES No hablamos de milagros ni de trucos de magia, sino de la aplicación de soluciones digitales que han sido desarrolladas pensando exclusivamente en entornos fabriles y que han demostrado su utilidad en un número significativo de instalaciones en todo el mundo. Esta soluciones MES permiten, en un primer momento, incrementar la productividad de la fábrica en ratios de entre el 30% y el 35%, solo con la automatización de la captura de datos de forma fiable y en tiempo real. Además, también logran implicar e integrar a todos los departamentos —planificación, producción, calidad, mantenimiento, logística…— convirtiéndose en el verdadero corazón de la fábrica “inteligente”, en el que apoyar el proceso continuo de transformación digital que hará factible la existencia de una industria 4.0. Para conseguirlo, los proveedores de soluciones MES nos hemos encargado de dejarlas listas y preparadas para el nuevo entorno de la industria 4.0, paso intermedio obligado para desarrollar una verdadera smart factory, en la que la automatización de la planta debe hacerse en paralelo a su conexión con la cadena de suministro, los centros de distribución y todos los sistemas de gestión del negocio. En este punto hay que hacer tres matizaciones: capturar datos, aunque sea de manera digital desde las máquinas, no es disponer de un sistema MES; contar con un gran volumen de datos no significa tener información relevante; y, finalmente, una solución MES también se queda corta para el nuevo contexto de industria 4.0. Sobre las nuevas tecnologías basadas en las aportaciones de IoT, big data, inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, y similares, se ha de producir un proceso de interconexión que debe englobar máquinas, dispositivos, sistemas, personas y todos los actores económicos con los que se relaciona nuestra fábrica, desde los proveedores de materias primas hasta el canal de distribución, pasando por clientes y socios. Es lo que denominamos Social MES, un sistema que asegura la conexión e intercomunicación de todo con todo, en el que aplicamos, además de la lógica de los sistemas MES tradicionales, una capa extra basada en una nueva generación de aplicaciones de social business para la gestión colaborativa basada en redes sociales, máquinas conectadas a las redes corporativas y que interactúan entre ellas, apps y aplicaciones web y dispositivos móviles de todo tipo. Así aseguramos un entorno de producción en el que la información fluye para ser más eficientes y eficaces, producir más y mejor, y con costes ajustados. Con los datos de que tenemos sobre aplicaciones reales, podemos hablar de resultados espectaculares en fábricas de productos de consumo masivo en las que hemos conseguido aumentar la productividad en un 30%, eliminar un 75% los tiempos de parada, reducir el uso del papel un 90% y mejorar la calidad de la producción un 20%. Todo este proceso de transformación digital de la industria puede resultar muy sencillo. Se trata de aprovechar el conocimiento y la utilización que los usuarios finales hacen de todo tipo de herramientas de comunicación, colaboración y redes sociales, y trasladarlo a un entorno seguro y confidencial dentro de la empresa. En paralelo, hay que ser capaz de combinarlas y conectarlas con los sistemas transaccionales y de gestión tradicionales (ERP, CRM, CMS), tecnologías de movilidad, análisis inteligente de la información, IoT, robótica e inteligencia artificial. La fábrica 4.0 debe ser, además de inteligente, social. Autor: Oscar Pierre – Presidente y CEO aggity Entrevista para digitalbizmagazine  

El uso del chat empresarial mejora sustancialmente la imagen corporativa

Software de mensajería instantánea aggity

  De entre las tecnologías que debe utilizar la empresa, uno de los puntos fuertes es toda aquella tecnología relacionada con la información y la comunicación. Y dentro de ella, la mensajería instantánea corporativa o chat empresarial es una de las herramientas que puede reportar grandes beneficios a las empresas. Un software de mensajería instantánea para empresas como Corporate Messenger es una forma de comunicación en tiempo real que nos permite mantener una comunicación con nuestro interlocutor de forma instantánea, como su propio nombre indica, pudiendo enviar y recibir mensajes cortos entre uno o varios interlocutores. Normalmente el servicio de mensajería instantánea se ofrece en una ventana emergente de nuestra página web donde podemos escribir en texto plano e incluso añadir emoticonos. Los mensajes que escribimos se reciben en tiempo real y el destinatario nos puede contestar de forma inmediata llegando a tener una conversación escrita muy similar a la telefónica. Algunos servidores de mensajería instantánea también permiten el envío de ficheros o mensajes a un usuario aunque este no esté conectado en ese momento. Este software siempre está activo mientras exista una conexión a Internet. Para ponerlo en marcha se necesita un software que facilitan los proveedores de la Red de Mensajería Instantánea. Puedes pedir tu demo GRATIS aquí. Cada vez más empresas, ya sean grandes o pequeñas, están haciendo uso de esta herramienta englobada en las tecnologías TIC. La mensajería instantánea es la versión en texto de las conversaciones telefónicas. Para hacer uso de esta fantástica herramienta TIC, debe tener un soporte mínimo de calidad, disponer de un protocolo para su uso y viajar las conversaciones encriptadas. Al mismo tiempo debe estar perfectamente integrada con el resto de aplicaciones que use la empresa en su comunicación con todos los actores con los que se relaciona, tales como el correo electrónico y páginas web. El disponer de un software de mensajería instantánea corporativa nos ayuda a: Reducir considerablemente los costes de comunicación. Es un excelente canal de comunicación tanto interno como externo. Resuelve los problemas de comunicación con los clientes o entre departamentos de la misma empresa más eficazmente que el correo electrónico. Permite estar realizando al mismo tiempo otra tarea. Nos favorece frente a la competencia al habilitar más medios con los que facilitar de forma exponencial la comunicación con nuestros interlocutores. Usar una aplicación de Mensajería Instantánea Corporativa nos ayuda a afianzarnos como empresa de referencia en nuestro sector al facilitar más aún la comunicación con nuestros clientes, proveedores y, en general, con todos los agentes con los que interactuamos comercialmente. Además, nos permite ahorrar costes y, en consecuencia, aumentar los beneficios y, por último, nos hace mejorar nuestra imagen como empresa innovadora.