Ciberseguridad en infraestructuras críticas, el reto de proteger datos e IA

Ciberseguridad en infraestructuras críticas

Las infraestructuras críticas son objetivos prioritarios de los ciberdelincuentes. La integración de la inteligencia artificial y los sistemas conectados eleva aún más la necesidad de protección. En este post analizamos qué implica la ciberseguridad en infraestructuras críticas.

La protección de infraestructuras críticas frente a ciberataques es clave. Descubre cómo blindar tus datos e IA frente a amenazas crecientes.

La ciberseguridad en infraestructuras críticas es un elemento cada vez más importante tanto para las empresas como para los gobiernos de todos los países. Esa preocupación parte del hecho de que servicios esenciales como energía, agua, transporte, sistemas sanitarios o telecomunicaciones dependen cada vez más de sistemas interconectados y digitalizados, por lo que cualquier ciberataque exitoso puede poner en riesgo el funcionamiento de todo un país.

El contexto, además, es cada vez más preocupante ya que la creciente sofisticación de los ataques, el empleo de la inteligencia artificial o la convergencia entre IT y OT plantean nuevos desafíos y retos para la ciberseguridad industrial.

¿Qué es la ciberseguridad en infraestructuras críticas?

La ciberseguridad en infraestructuras críticas se refiere a la protección de aquellas instalaciones, redes, servicios y equipos físicos o virtuales en los que un ciberataque tendría un grave impacto sobre los servicios esenciales para la sociedad y la economía.

La importancia de proteger estos entornos radica en que cualquier incidente afectaría a la seguridad de un país, a su economía y, en definitiva, a la vida de millones de personas. Por este motivo, la defensa cibernética en estos entornos se centra en preservar la disponibilidad, integridad y confidencialidad de los sistemas y datos. El objetivo de las estrategias de ciberseguridad persigue, por tanto, evitar que se produzcan amenazas en infraestructuras críticas o el acceso no autorizado a datos sensibles.

Una característica frecuente en la ciberseguridad en infraestructuras críticas es la convergencia de los entornos OT/IT. Hasta hace un tiempo, los sistemas TI, aquellos que se centran en el procesamiento y almacenamiento de datos (como servidores, PCs o bases de datos) vivían separados de los sistemas OT, que son los encargados de controlar y monitorizar los procesos físicos e industriales (como sistemas SCADA en plantas de energía o controladores PLC en fábricas). Pero, con la digitalización y la interconexión, ese distanciamiento ha quedado diluido, de tal forma que la protección de sistemas sensibles o la seguridad en sistemas SCADA es cada vez más compleja.

Entre las amenazas más frecuentes se encuentran la interrupción de servicios, el sabotaje, el espionaje, la manipulación de sistemas y el robo de información. Además, en la ciberseguridad en infraestructuras críticas actúan diferentes actores: desde grupos patrocinados por gobiernos, cibercriminales, ciber terroristas, hacktivistas o incluso empleados internos, mediante técnicas que combinan diferentes vectores de ataque en lo que se conoce como ataques híbridos.

Finalmente, la creciente dependencia de la IA, si bien ofrece eficiencias y nuevas capacidades a los entornos industriales, también trae consigo nuevas vulnerabilidades, ya que los modelos de IA pueden ser entrenados con datos maliciosos y sus algoritmos pueden ser manipulados, por lo que la protección de datos críticos o la protección de sistemas sensibles se vuelve cada vez más compleja.

Beneficios de una ciberseguridad robusta

Ante todos estos retos queda claro que la ciberseguridad en infraestructuras críticas pasa por dotar de robustez a la estrategia de defensa de cualquier empresa u organización que opera en entornos industriales. Si esa estrategia se ejecuta de forma correcta, los beneficios son numerosos.

La ventaja más destacable es la capacidad para prevenir ataques, fundamental si se quiere garantizar la continuidad operativa de los servicios esenciales. Para conseguirlo es necesario que las organizaciones industriales implementen medidas avanzadas de protección que permitan anticipar, detectar y neutralizar amenazas antes de que se materialicen, minimizando el riesgo de interrupciones y daños colaterales.

Con una estrategia de ciberseguridad industrial robusta, no sólo se tiene capacidad prevenir los ataques, sino que también se cumple con las diferentes normativas y legislaciones de protección de datos.

Asimismo, la continuidad operativa es otro de los grandes beneficios de una estrategia de ciberseguridad en infraestructuras críticas bien estructurada. Los planes de continuidad y recuperación ante desastres, junto con la supervisión constante de los sistemas, permiten a las infraestructuras críticas mantener sus operaciones incluso ante incidentes graves, limitando el impacto y asegurando una rápida recuperación.

De esta forma, en caso de que se produzca un ciberataque, una infraestructura que esté bien protegida estará mejor equipada para resistir el impacto, recuperarse rápidamente y mantener los servicios esenciales en funcionamiento. Esto se logra a través de planes de respuesta a incidentes bien definidos, sistemas de respaldo y recuperación, y la implementación de arquitecturas resilientes que aseguren la redundancia y la tolerancia a fallos. 

Capacidades clave de seguridad

Las infraestructuras críticas deben desarrollar y mantener capacidades clave de seguridad. El monitoreo y la visibilidad integrada de los sistemas OT e IT es fundamental para identificar en tiempo real cualquier anomalía o comportamiento sospechoso que pueda indicar la presencia de una amenaza.

Los sistemas de detección de intrusiones, los cortafuegos y las herramientas de análisis de tráfico permiten filtrar y bloquear accesos no autorizados, mientras que la automatización de la respuesta ante incidentes mejora la eficiencia y reduce el margen de error humano.

La ciberseguridad OT e IT, así como la gestión de los riesgos, tienen que basarse en identificar y priorizar los activos más críticos y vulnerables. De esta forma, la asignación de recursos y la toma de decisiones es mucho más sencilla. Asimismo, es importante formar y capacitar al personal, ya que el factor humano sigue siendo uno de los eslabones más débiles en cualquier cadena de seguridad.

Otras de las capacidades clave a la hora de hablar de ciberseguridad industrial reside en detectar las posibles amenazas. Con la monitorización no es suficiente, por lo que es necesario contar con sistemas activos que identifiquen y alerten sobre posibles intrusiones. Esto incluye sistemas de detección de intrusiones, soluciones de prevención de intrusiones y análisis de comportamiento de usuarios y entidades que identifican patrones de uso anómalos, así como el uso de inteligencia de amenazas para reconocer firmas de ataques conocidos.

Además, y dada la sofisticación de los ciberataques más avanzados, la capacidad de detectar amenazas persistentes, también conocidas como APT y ataques de zero-day son apartados importantes a tener en cuenta.

Finalmente, la protección de la IA es un aspecto emergente pero vital. La seguridad IA industrial es esencial porque al haberse introducido la inteligencia artificial en las tareas cotidianas de las infraestructuras críticas, ésta se ha convertido en un objetivo más al que atacar.

Por ese motivo, las organizaciones deben ser conscientes de proteger la totalidad de los datos con los que se entrena a los modelos de IA, asegurar la integridad de los algoritmos y garantizar que las decisiones de la IA no puedan ser explotadas. Para ello, se necesita implementar técnicas de seguridad específicas para el aprendizaje automático, como el monitoreo de la inferencia, la detección de anomalías en la salida de los modelos o implementar medidas de seguridad en automatización para reducir al máximo cualquier tipo de riesgo.

La IA puede ser una aliada poderosa en la detección proactiva de amenazas, el análisis de patrones y la predicción de incidentes, pero hay que tener en cuenta que, de la misma forma que las empresas utilizan la IA como un arma más en sus estrategias de defensa, los cibercriminales también la emplean para lanzar sus ataques. Si no se implementan controles adecuados para proteger su integridad y funcionamiento, la IA puede convertirse en uno de los mayores enemigos de las infraestructuras críticas.

Casos de éxito en protección crítica

Transporte, energía o salud son algunos de los sectores más avanzados en el desarrollo de la ciberseguridad en infraestructuras críticas y no es de extrañar ya que estos sectores son objetivos prioritarios de los ciberdelincuentes.

De hecho, el sector de la energía es uno de los más atacados, por lo que la mayoría de las compañías energéticas han implementado centros de operaciones de seguridad (SOC) especializados en OT, que integran la monitorización de sistemas SCADA con análisis de tráfico de red y detección de anomalías.

Estos SOC han logrado frustrar intentos de ciberataques que buscaban interrumpir el suministro eléctrico, utilizando análisis de comportamiento para identificar accesos no autorizados a sistemas de control y desplegando contramedidas en tiempo real.

En el sector del transporte, particularmente en la aviación y los ferrocarriles, la protección de los sistemas de señalización y control de tráfico es de vital importancia. Aquí se han visto casos de éxito en la implementación de segmentación de red avanzada, creando «zonas» de seguridad aisladas para sistemas críticos y limitando la comunicación entre ellas a través de pasarelas de seguridad estrictamente controladas.

De esta forma se ha evitado que ataques dirigidos a redes corporativas se propaguen a sistemas operativos, asegurando la continuidad de las operaciones de transporte y la seguridad de los pasajeros. La implementación de sistemas de monitoreo en tiempo real y la adopción de protocolos de seguridad avanzados han permitido reducir el riesgo de sabotajes y de amenazas en infraestructuras críticas de estos sectores, garantizando la continuidad de las operaciones.

Finalmente, el sector sanitario también está en el foco de los ciberdelincuentes. En este caso, más que “tumbar” un hospital o una red sanitaria, lo que se persigue es obtener información, dado que este sector cuenta con una gran cantidad de datos sensibles. Y dado que la obtención de los datos suele venir por errores humanos, el principal esfuerzo de los centros sanitarios radica en la formación y la capacitación de sus empleados para que sepan reconocer ataques de phishing y ransomware.

La otra área de inversión en la que mayoritariamente se centra las organizaciones del sector sanitaria es la implementación de soluciones de cifrado de extremo a extremo para proteger los datos de los pacientes y la adopción de sistemas de respaldo y recuperación ante desastres que permiten restaurar rápidamente los historiales médicos y los sistemas de diagnóstico tras un ciberataque exitoso.

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En aggity somos especialistas en ciberseguridad en infraestructuras críticas. Acompañamos a las organizaciones que operan en estos sectores críticos y les proporcionamos las herramientas y el asesoramiento adecuado para hacer que sus sistemas y aplicaciones sean más robustos, y para garantizar que la continuidad de negocio no se vea afectada en el supuesto de sufrir un ciberataque.

En aggity no sólo tenemos las soluciones adecuadas, desarrollamos estrategias personalizadas a las necesidades de cada cliente que incluyen evaluaciones continuas de vulnerabilidades, consultoría, auditorías y soluciones avanzadas de protección, incorporando inteligencia artificial y automatización para detectar amenazas en tiempo real y responder de manera precisa a cualquier incidente.

¿Qué es la ciberseguridad en infraestructuras críticas y por qué es tan importante?

La ciberseguridad en infraestructuras críticas se refiere a la protección de sistemas, redes y servicios esenciales como energía, agua, transporte, telecomunicaciones o sanidad frente a ciberataques. Estas infraestructuras son vitales para el funcionamiento de una sociedad y su economía, por lo que cualquier vulnerabilidad puede tener consecuencias graves. La creciente digitalización y la convergencia entre entornos IT y OT han incrementado los riesgos, haciendo indispensable contar con estrategias robustas que garanticen la disponibilidad, integridad y confidencialidad de los datos y sistemas. Sin una protección adecuada, millones de personas podrían verse afectadas por interrupciones o sabotajes.

¿Qué beneficios aporta una estrategia de ciberseguridad robusta en entornos industriales?

Contar con una estrategia de ciberseguridad sólida en infraestructuras críticas permite prevenir ciberataques, asegurar la continuidad operativa y cumplir con normativas legales. Las empresas que invierten en ciberseguridad industrial logran anticipar y neutralizar amenazas, evitando daños colaterales y pérdidas económicas. Además, implementan planes de respuesta a incidentes, arquitecturas resilientes y sistemas de respaldo que les permiten recuperarse rápidamente. Esto no solo protege a la organización, sino también a los ciudadanos y sectores estratégicos dependientes de estos servicios.

¿Cómo proteger los sistemas de inteligencia artificial utilizados en infraestructuras críticas?

La protección de la inteligencia artificial (IA) en entornos críticos es clave, ya que esta tecnología se ha vuelto esencial para automatizar operaciones y detectar amenazas. Sin embargo, también representa un nuevo vector de ataque. Para garantizar su seguridad, es necesario proteger los datos de entrenamiento, monitorear las salidas del modelo y prevenir manipulaciones en los algoritmos. Se deben aplicar medidas específicas como la detección de anomalías, el uso de inteligencia de amenazas y controles de inferencia. Así, se evita que la IA, en lugar de ser un aliado, se convierta en una vulnerabilidad explotada por los cibercriminales.