Digitalización de las fábricas, oportunidad

 

La industria en España representa, en la actualidad, el 16,4% del Producto Interior Bruto (PIB), según los datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Se trata de una cifra bastante alejada del 20% que ocupaba hace dos décadas y que denota que este sector -uno de los principales motores de la economía española, junto a los servicios- aún no se ha recuperado del golpe que ha sufrido durante la crisis.

Digitalización de la fábricas con aggity

Asimismo, y según esta misma fuente, durante este periodo de crisis se cerraron casi 50.000 empresas del sector manufacturero y se destruyeron cerca de un millón de empleos. Se trata de un sector que hoy por hoy tiene aproximadamente medio millón de cotizantes menos que en 2007. A pesar de ello, la industria ha recuperado ya más de 370.000 empleos desde que alcanzó su momento más crítico en 2013.

Ante esta situación resulta imperativo para las fábricas analizar y detectar cuáles son los métodos que deben aplicar y los caminos que deben seguir con el objetivo de alcanzar las cifras con las que la industria española contaba antes de la crisis. Sin embargo, algo ha cambiado, y se trata de la llamada cuarta revolución industrial o industria 4.0, que se caracteriza por la integración de las nuevas tecnologías en todo el proceso de fabricación de la industria de producción.

Estas nuevas tecnologías -los robots, la Inteligencia Artificial (IA) y la Internet of Things (IoT)- ocupan en la actualidad un espacio imprescindible en las plantas de producción y es necesario tener en cuenta que ya no son una tendencia, si no una necesidad para poder competir en un entorno industrial cada vez más globalizado y para alcanzar los principales objetivos de producción.

¿Cómo ponerse al día con la industria 4.0 y su digitalización de las fábricas?

Los expertos coinciden en que el primer paso es familiarizarse con conceptos como la digitalización de las fabricas y la fábrica inteligente. En este sentido, la digitalización, desde el punto de vista empresarial, debe abordarse como una oportunidad y no como una amenaza. De hecho, es un proceso que cuenta con mas pros que contras.

Para empezar, la digitalización supone una mejora importante de la eficiencia en todos los frentes de la fábrica. Asimismo, contribuye a que los productos lleguen a las manos de los clientes más rápidamente gracias a la mejora de los procesos de fabricación. En este sentido, con nuevos sistemas y estrategias que aprovechan el poder de la tecnología, el procesamiento se gestiona de manera más eficaz haciendo que la empresa pueda reaccionar más rápidamente a las demandas de sus clientes.

Asimismo, esta digitalización de las fábricas integra y mejora la cadena de suministro completa, de principio a fin, construyendo un ecosistema en el que todo está conectado. De hecho, esta cuarta revolución industrial es un proceso de innovación tecnológica basado en dotar a la fábrica de una producción automatizada e interconectada, es decir, una infraestructura integrada de máquinas, equipos, personas y sistemas informáticos capaces de comunicar entre ellos. Una fábrica donde todo se conecta con todo.

Social Factory para formar parte de la Industria 4.0

En este contexto de transformación, sistemas como Social Factory de aggity alcanza las cuatro áreas principales de un entorno de fabricación: materiales, calidad, mantenimiento y producción y permite hacer accesible la información sobre la actividad en estos cuatro ámbitos, de una forma ordenada e inteligente. Esto se traduce en la reducción de los tiempos y de los costes, al automatizar y organizar el trabajo de todos los departamentos. Además, posibilita el diseño de estrategias y una toma de decisiones a futuro basada en información real.

En este sentido, Social MES agrupa toda la información procedente de los sensores y los PLCs que se encuentran en la propia planta de fabricación y la pone a disposición de sistemas y personas permitiendo así una gestión compartida de materiales entre distintos departamentos, así como generar órdenes de fabricación automáticamente y obtener información relativa a cantidades producidas, paros, rechazos etc. Estos avances evitan el posible malgasto o merma de los productos en el proceso de fabricación, la reparación ágil de cualquier avería en la maquinaria o el reinicio automático de una máquina tras un paro.

Asimismo, con el módulo KPI (Key Performance Indicator), Social MES mide y analiza los valores de eficiencia y uso, la diferencia entre lo esperado y lo registrado, los costes, los niveles de productividad o los principales motivos de pérdida en todo el proceso productivo.

Por lo tanto, con soluciones como ésta es posible ponerse al día en el actual paradigma social y empresarial que pide a las empresas no sólo encajar los engranajes mecánicos, si no también los sociales, y utilizar las nuevas tecnologías a su favor con el objetivo de alcanzar los niveles de producción con los que la industria española contaba antes del azote de la crisis económica.