¿Qué es Blockchain? Cadena de oportunidades para las empresas

que es blockchain

 

Cuando alguien escucha el término blockchain, automáticamente suele relacionarlo con bitcoin y el fenómeno de las criptomonedas. Este pensamiento no va mal encaminado, ya que la principal función que ha tenido desde su origen, en 2009, ha sido la de estructura virtual para las transacciones de estas famosas monedas. No obstante, se trata de una tecnología tan extensa que, con el tiempo, sus aplicaciones financieras empezaron a quedarse cortas.

Pero, ¿qué es el blockchain y en qué consiste? A grandes rasgos, se puede definir como una base de datos o un libro de cuentas muy extenso localizado en millones de ordenadores y servidores, donde las transacciones o movimientos son totalmente descentralizados y gestionados por los propios usuarios o nodos, todo ello sin intermediarios de ningún tipo. Es decir, el proceso intermediario para verificar la validez de la transacción es realizado por los propios nodos que tienen que aceptar cada uno de los pasos.

Con cada participación y validación se guarda una copia de la operación para cada nodo, donde se registra toda la información útil, así como el valor transferido y el momento en el que se ha realizado. Así, poco a poco se va creando una gran cadena de bloques con múltiples certificaciones de que el progreso se ha realizado de forma correcta. Además, una vez que un usuario sube un bloque, éste ya no puede ser modificado por él o por otro, por lo que se garantiza la seguridad de los datos y se evita que cualquier agente externo pueda cambiar la información.

Blockchain: una tecnología muy versátil

La seguridad y el minucioso registro de actividad han hecho de blockchain una herramienta muy útil para las transacciones de criptomonedas al margen de las instituciones bancarias, aunque centrarse en sus utilidades financieras sería como otear solamente la punta de un iceberg. Además, también hay que tener en cuenta que las redes blockchain no son uniformes, pueden ser públicas o privadas, y estas últimas suelen ser las más usadas por los organismos privados ya que los nodos están identificados y no necesitan de criptomonedas o tokens para funcionar.

Pero ¿cuáles son las razones que llevan a una empresa a implementar esta tecnología? Fundamentalmente, la reducción de costes es el principal motivo para el 70% de las empresas, según un estudio de la consultora McKinsey, pero este no es el único objetivo. También hay aplicaciones profesionales de blockchain destinadas a garantizar la seguridad de la empresa y de los datos de los clientes o a mejorar la eficiencia de los procesos.

Un ejemplo de esto último se da con bancos y servicios financieros que, lejos de intimidarse por el empuje de distintas criptomonedas, han conseguido utilizar esta misma tecnología para su reinvención digital. Algunos casos prácticos se basan en la reducción del número de intermediarios en las transacciones internacionales, pero en este sector en concreto también se puede utilizar blockchain para aumentar la seguridad de los pagos y acelerar su velocidad. Esta tecnología tiene tantas salidas dentro del sector financiero que el 90% de los principales bancos europeos, norteamericanos y australianos ya están experimentando o invirtiendo en ella, según la citada consultora.

Pero su trazabilidad y registro inmutable dan muchas oportunidades a esta tecnología fuera del sector financiero. Tomando como ejemplo a compañías de la industria, la manufactura o la logística, sus empleados podrían utilizar blockchain para registrar cada uno de los pasos en la producción y envío de un dispositivo. Y, en caso de avería o desperfecto en una pieza, los trabajadores podrían consultar la cadena de bloques para saber con rapidez cuándo y cómo se produjo el error.

Está demostrado que todas estas capacidades son muy útiles para la empresa privada, pero la administración pública también puede beneficiarse. Imaginemos un ayuntamiento de un municipio pequeño que, con el objetivo de ahorrar costes, decide hacer una consulta o votación online sobre alguna medida o normativa municipal. Con el uso de blockchain, el consistorio se aseguraría que cada empadronado vote una sola vez y que este voto sea inalterable y completamente anónimo.

Continuando con sus ventajas en el servicio público, no son pocos los sistemas nacionales de salud que han encontrado beneficios y usos prácticos en blockchain. Esto se ve al aplicar la cadena de bloques en bases de datos de pacientes, lo que no solo reduce las tramas administrativas, sino que también ofrece al propio paciente acceso a su propio historial médico, por lo que puede dar su consentimiento o no para que esta información sea usada por los investigadores.

Blockchain: ¿cómo, cuándo y dónde usarlo?

Con todas sus posibles aplicaciones prácticas, no sería raro pensar que este “boom” vaya a más con el discurrir de los años. Es más, se calcula que en 2027 el 10% del PIB mundial estará almacenado en sistemas con esta tecnología, como destacó el Foro Económico Mundial en su reunión de 2015.

Ante toda esta expectación las empresas tan solo deben hacerse una pregunta: ¿necesito aplicar esta tecnología a mi metodología laboral? Blockchain es una herramienta muy versátil y con muchas posibilidades, pero esto no significa que su uso sea obligatorio. Hay que tener en cuenta que mucho contenido empresarial guardado en blockchain se podría almacenar en una base de datos convencional, ya que no requiere de una actualización constante por parte de los usuarios.

Es tarea de la empresa decidir si de verdad necesita utilizar esta tecnología y cómo aplicarla, y al haber una gran cantidad de usos posibles, no existe un manual con todas las respuestas y consejos. Además, hay que tener en cuenta que se trata de una tecnología en desarrollo, y por ello, aún no se han descubierto todas sus ventajas, aplicaciones y riesgos. En esta situación, lo mejor es valorar todos los beneficios de blockchain (trazabilidad y transparencia de los datos, mejora de la seguridad, rapidez…) y analizar si pueden contribuir a los objetivos de la empresa o el sector.