El hacking ético y las pruebas de penetración de seguridad informática

El hacking ético y las pruebas de penetración de seguridad informática

Emplear el hacking ético en las organizaciones permite reforzar su estrategia de ciberseguridad gracias a las pruebas de penetración de seguridad informática que se llevan a cabo.

Hablar de hacker o de hacking suele generar tensiones en la mayoría de la sociedad e incluso entre las empresas. Sin embargo, es común que, sobre todo las grandes organizaciones, incorporen a sus departamentos las técnicas empleadas por los hackers dentro de su estrategia de ciberseguridad. Es lo que se conoce como hacking ético.

La connotación negativa del hacker proviene de los inicios de la informática. Hoy cualquiera que se dedique al mundo de la ciberseguridad pone el grito en el cielo cada vez que alguien agrupa en el mundo de la ciberdelincuencia a todos los hackers. El error habitual es incluir al ciberdelincuente en el grupo de hackers, así que, para diferenciar al bueno del malo, se habla de hacker ético o de la ética del hacker.

Qué es el hacking ético

Hacking ético y ciberseguridad son dos conceptos íntimamente relacionados y que su unión goza de una mayor relevancia en las estrategias de ciberseguridad de las organizaciones. Es importante saber que un hacker ético es una persona que trabaja para una organización y cuya labor consiste precisamente en atacar los sistemas y aplicaciones de esta. Estos ataques, denominados pruebas de penetración de seguridad informática, son acciones perfectamente controladas y tienen el objetivo de descubrir y reparar cualquier vulnerabilidad informática para evitar de esta forma que sean explotadas por un ciberdelincuente.

Con ello, el hacker ético lo que hace es poner a prueba de forma constante toda la seguridad de los sistemas de una organización, lo que unido al uso de metodologías como Zero Trust y soluciones y plataformas de ciberseguridad como Cloud & Cibersecurity by aggity, refuerzan las medidas de seguridad implementadas por el departamento de TI de la empresa.

Las compañías deberían incorporar el hacking ético dentro de sus estrategias de ciberseguridad por el importante valor que tienen los test de penetración que los hackers éticos llevan a cabo. Uno de los problemas que suelen aducir las organizaciones es el alto coste que creen que tienen esta serie de servicios, una apreciación que no es del todo cierta.

Qué es el hacking ético

La ciberseguridad y el hacking ético tienen el valor de que permiten asegurar los datos, sistemas y aplicaciones de las empresas de una forma mucho más eficaz. El coste es insignificante si en un momento dado un ciberdelincuente se aprovecha de las vulnerabilidades de ciberseguridad que existan en los sistemas de la organización y que podían haberse evitado con las pruebas de penetración llevadas a cabo por un hacker ético.

Ventajas de las pruebas de penetración

Las pruebas de penetración de seguridad informática, también denominadas pentesting, llevadas a cabo por el hacker ético tienen varias fases. En la primera de ellas se recolecta toda la información necesaria para que puedan desarrollarse los siguientes pasos.

A partir de ahí, en la segunda fase, el hacker ético realiza el análisis de las vulnerabilidades para a continuación explotar los diferentes tipos de vulnerabilidades de ciberseguridad que haya encontrado. Finalmente, elabora un informe con los detalles de las pruebas que ha realizado y en el que se detallan las vulnerabilidades encontradas, las consecuencias que podrían tener en el caso de que un ciberdelincuente las explotara y las soluciones que se puedan tomar para arreglarlas.

Qué aporta un hacker ético

Qué aporta un hacker ético

La gran ventaja del hacking ético es que estos profesionales conocen a la perfección las técnicas, la forma en la que trabajan y las intenciones de los ciberdelincuentes. Además, los hackers éticos tienen un conocimiento profundo de las redes, los sistemas y las aplicaciones de la empresa, y trabajan de forma conjunta con el departamento de ciberseguridad, por lo que pueden realizar un trabajo de calidad.

Añadir por tanto el hacking ético a la cultura de ciberseguridad de la empresa mejorará la ciberseguridad ya que se detectarán las vulnerabilidades de ciberseguridad, impedirá que los datos queden expuestos y los equipos de la compañía inutilizados, además de evitar el espionaje corporativo.