Los robots colaborativos en la industria 5.0

humano i robot se dan la mano

Cuando las organizaciones industriales todavía están inmersas en aplicar y extender los procesos de la denominada Industria 4.0, algunas empresas ya están dando pasos en la siguiente evolución que es la Industria 5.0, donde los robots colaborativos van a jugar un papel destacado.

Los robots colaborativos son capaces de hacer cualquier tipo de trabajo manual o repetitivo, pero sobre todo se están empleando para reducir los riesgos que puedan sufrir los trabajadores.

La diferencia entre Industria 4.0 e Industria 5.0 radica precisamente en el factor humano. La Industria 4.0 supone la transformación digital de las tareas tradicionales con la implementación de técnicas para mejorar la producción y que, en general implica la incorporación de tecnologías como la robótica, la analítica, las soluciones de automatización y también el IoT o Internet de las Cosas. La Industria 5.0 sigue empleando todas estas tecnologías, pero en ella se trata de unir la relación que se produce entre máquinas y humanos. Para ello, la Inteligencia Artificial va a desempeñar un papel fundamental con la intención de que los cobots o robots colaborativos realicen procesos que ejecutan el pensamiento de una persona.

Qué es un robot colaborativo

Los robots son una de las claves en la Industria 5.0. En este caso, al referirnos a un cobot, hablamos de un robot que se ha diseñado para que trabaje de forma conjunta con los humanos. Es decir, a diferencia de los tradicionales robots industriales los cobots interactúan con los seres humanos y les asisten en distintas labores y procesos. Es decir, el cobot no puede funcionar si no hay una persona a su lado y viceversa. Se trata de un modelo colaborativo perfecto.

Los robots colaborativos son capaces de hacer cualquier tipo de trabajo manual o repetitivo, pero sobre todo se están empleando para reducir los riesgos que puedan sufrir los trabajadores de los entornos industriales, con lo que disminuye la posibilidad de que éstos puedan sufrir un accidente laboral.

Pero si hay un aspecto diferenciador en el uso de este tipo de robots en la Industria 5.0 es cumplir uno de los objetivos principales de esta nueva revolución industrial: hacer que las organizaciones sean más humanas y atractivas para los trabajadores.

El papel del robot colaborativo

En un entorno de Industria 5.0 y de smart factory, el objetivo es que los humanos se beneficien de las posibilidades y ventajas que ofrecen los robots colaborativos, como pueden ser su precisión técnica o sus capacidades para levantar material muy pesado. Por su parte, los trabajadores pueden dedicarse a realizar tareas más complejas con lo que las empresas industriales tienen mayor grado de control y la capacidad de individualizar cada fase de la producción.

Gracias al uso de un robot colaborativo, una organización puede tener un mayor potencial de personalización que, a diferencia de los sistemas automatizados de Industria 4.0, permitirá una mayor creación de empleo.

El empleo de cobots en la industria va a transformar de forma radical los entornos industriales. Si hasta ahora trabajaban de forma independiente, en un entorno de Industria 5.0 robots y humanos desarrollan la actividad al unísono. Ya no veremos esos espacios en lo que, aun en el mismo espacio físico o en la misma línea de producción, se veía al robot por un lado y a la persona por otro, trabajando de forma independiente.

Trabajo conjunto humanos-robots colaborativos

Con la Industria 5.0, esa delimitación se vuelve más confusa a medida que los humanos y los robots comienzan a trabajar de forma conjunta, de tal forma que el cobot realizará trabajos de menos valor y los humanos proporcionará las habilidades que el robot colaborativo es incapaz de realizar. Soluciones como Smart Factory by aggity ya permiten digitalizar la fábrica gracias a una perfecta y completa automatización de procesos y predicción de acciones y, en breve, los robots colaborativos mejorarán todos estos procesos.

La Industria 5.0 permitirá un desarrollo más sostenible e impulsará la creación de productos mucho más personalizados adaptados a las necesidades individuales. Sectores como el sanitario o la industria farmacéutica se van a beneficiar de forma notable de esta colaboración entre humanos y robots colaborativos.