Contenidos a medida gracias al Big Data y la IA

Spotify o Netflix han supuesto un cambio en nuestro modo de consumir contenidos. Gracias al uso de técnicas de Big Data e Inteligencia Artificial (IA) disponemos de contenidos ajustados a nuestras preferencias y gustos personales.

La Inteligencia Artificial (IA) ha ayudado a la creación de series como ‘House of Cards’ y al diseño de los tráileres que enganchan al público.

Los usuarios de plataformas de contenidos audiovisuales están acostumbrados a que estos servicios les hagan sugerencias sobre series, películas y música. En general, estas recomendaciones coinciden con sus gustos y preferencias, por lo que los consumidores las aceptan y siguen haciendo uso de ellas, generando en ellos un sentimiento de satisfacción y, por tanto, fidelidad hacia quienes parecen conocerlos tan bien. Detrás de las sugerencias de plataformas como Netflix o Spotify hay algoritmos basados en técnicas de big data e Inteligencia Artificial (IA) que se encargan de definir cuál es el perfil de cada usuario y responder a sus intereses. Estas tecnologías también ayudan a crear los contenidos en función de las preferencias de los consumidores y a determinar, por ejemplo, cuántos capítulos ha de tener una serie o cómo debe ser el tráiler para que les enganche.

 

Recomendaciones a la carta

Cada vez que un usuario accede a Netflix, su sistema de recomendaciones le intenta ayudar a encontrar una serie o película que se ajuste a sus preferencias. Para ello, según explica la propia compañía, un algoritmo calcula la probabilidad de que vea un título concreto en función de varios factores. Un algoritmo es un proceso o conjunto de reglas que se siguen en una operación de resolución de problemas.

Los tres datos que tienen en fundamentalmente en cuenta son:

  • Las interacciones realizadas, donde se contempla tanto el historial de visualización como la clasificación hecha de los títulos vistos
  • Los gustos y preferencias de otros usuarios con un perfil similar
  • La información sobre los contenidos de su catálogo, como género, categorías, actores, año de estreno, etc.

Para personalizar mejor las recomendaciones también se analizan aspectos como la hora del día en que se usa Netflix, a través de qué dispositivos y durante cuánto tiempo. Si aun así la plataforma no ofrece un contenido que al usuario le apetezca ver, siempre es posible buscar en su catálogo. El sistema de búsqueda también emplea información recopilada de las interacciones de los consumidores. Cuando se introduce una consulta, los principales resultados se basan en las acciones de otros miembros que han realizado las mismas consultas u otras similares.

 

Contenidos al gusto y personalizados

En el área de los proveedores de contenidos audiovisuales, las posibilidades del uso de grandes volúmenes de datos y de su análisis con IA se amplían a la propia creación de los títulos. Para ganar usuarios las plataformas tienen que ofrecer series y películas que enganchen y aquí los algoritmos también les ayudan a fabricarlas. Un ejemplo notorio es el de ‘House of Cards’, una de las series más exitosas de Netflix.

La plataforma analizó los datos que tenía de sus suscriptores y descubrieron que sus espectadores estaban interesados en un drama político, que a muchos de ellos les gustaba ver contenidos con Kevin Spacey como protagonista y que tenían preferencia por el estilo de las películas que dirigía David Fincher. Todos los factores se unieron en ‘House of Cards’.

Además, fue la primera serie de la que estuvieron disponibles al mismo tiempo todos los capítulos de la primera temporada. Los responsables de este servicio de streaming tomaron esta decisión basándose también en otro de los resultados arrojado por el algoritmo: a los usuarios les encanta disfrutar de jornadas maratonianas para ver una serie durante los fines de semana.