Smart Working para superar la crisis

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Trabajar desde casa ya no es un experimento temporal, sino una realidad llamada a prolongarse: el 80% de los empleados espera seguir trabajando en remoto en el futuro.

En el ‘smart working’ la modalidad del teletrabajo se une al uso de la tecnología y los resultados se miden por objetivos y no por horas trabajadas.

El modelo de trabajo tradicional empezaba a estar obsoleto antes de la pandemia. Cada vez eran más habituales los casos de organizaciones en las que ya no era necesario acudir a una oficina ni seguir un horario estricto para cumplir con las responsabilidades laborales. El principal facilitador de este cambio se corresponde con los avances tecnológicos que permiten estar siempre conectado. Es lo que en Estados Unidos se ha bautizado como ‘smart working’.

Desde la Revolución Industrial, las mejoras en conectividad y el desarrollo de nuevos dispositivos y herramientas han mejorado las condiciones de los empleados y, como consecuencia, han ayudado a los negocios a una gestión más eficiente e ‘inteligente’. Ya avanzado el siglo XXI estas mejoras en el mundo laboral también facilitan la conciliación con la vida personal al no limitar el espacio de trabajo a las cuatro paredes de una oficina. Una ventaja que ha permitido a muchas empresas a mantener su actividad durante 2020 y sobrevivir a la crisis de la Covid-19.

Ante este cambio de paradigma las compañías han de estar preparadas para el aumento del ‘smart working’, en el que la modalidad del teletrabajo se une al uso de la tecnología y en el que los resultados se miden por objetivos y no por horas trabajadas. Lo que significa que los empleados han de disponer de infraestructura y herramientas para asegurar su rendimiento profesional, independientemente del lugar y momento en el que desempeñen sus tareas.

La tecnología como oportunidad

Trabajar desde casa ya no es un experimento temporal, sino una realidad llamada a prolongarse. Según el análisis ‘The Distributed Workplace of the Future is Now’ de Gartner, el 80% de los empleados espera seguir trabajando en remoto en el futuro y en 2023 menos de un tercio seleccionará la oficina como su lugar preferente para trabajar.

Las empresas más competitivas están realizando una transición a lo que IDC denomina ‘TI ágil’. La TI ágil y las metodologías Agile son la respuesta a un panorama empresarial en transformación constante y que obliga a las organizaciones a adaptar rápidamente su entorno tecnológico, con el doble objetivo de impulsar el talento y evolucionar para alcanzar sus metas.

Según esta firma de consultoría, las empresas españolas han aprovechado las tecnologías para minimizar el impacto de la Covid-19 adoptando políticas de teletrabajo, pero la infraestructura para la gestión de los trabajadores remotos no siempre está a la par con la de aquellos que se encuentran en la oficina. Sin embargo, el soporte de los equipos de TI no debería ser más complicado cuando cambia el ámbito de trabajo.

Aunque se estima que la inversión TI en su conjunto se verá reducida por la Covid-19, hay ciertas categorías que recibirán un impulso positivo. Así, la inversión en sistemas hiperconvergentes en España alcanzará los 103 millones de euros en 2023 y antes, en 2022, más del 80% de las empresas a nivel mundial darán prioridad a la experiencia de la nube pública en todas sus plataformas de infraestructura.

Poder trabajar en cualquier momento y lugar es lo que facilita esos horarios flexibles que están demandando una gran mayoría de trabajadores. Por eso las empresas que aprovechan las oportunidades que ofrece la tecnología, son las que estarán siempre un paso por delante, tanto de cara a sus clientes como para sus propios empleados.


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