La importancia de una arquitectura de datos estructurada
La actual disponibilidad de una gran cantidad de datos les ha convertido en materia prima fundamental para la definición de estrategias empresariales, pero su manejo y análisis no siempre se ajusta a los requerimientos del contexto económico actual.
Una arquitectura de datos digital bien estructurada determina el éxito o el fracaso de una estrategia basada en el uso de los datos y ayuda a maximizar su valor.
La arquitectura de datos describe los procesos, sistemas y organización necesarios para almacenar, acceder, mover y utilizar los datos. La necesidad de ser competitivo en el nuevo contexto está generando que muchas compañías se planteen definir una arquitectura corporativa 100% digital. Digitalizar todos los procesos operativos de una empresa es posible mediante la arquitectura de software adecuada, proporcionando máximo control, escalabilidad, elasticidad y reducción de costes.
Como ocurre con la adopción de cualquier metodología, antes de dar el paso, las organizaciones han de plantearse cuál es su situación actual y qué necesidades han de cubrir, para adoptar así la estrategia más óptima para su negocio. En lo referente a una arquitectura de datos digital, las empresas están empezando a entender su importancia para garantizar que los datos necesarios para la toma de decisiones estén disponibles, sean seguros, completos y precisos.
La actual disponibilidad de una gran cantidad de datos les ha convertido en materia prima fundamental para la definición de estrategias empresariales, pero su manejo y análisis no siempre se ajusta a los requerimientos del contexto económico actual. Por ejemplo, la falta de consenso en el uso de las terminologías o de los formatos de los datos puede provocar errores en el análisis de la información o una demora en la toma de decisiones.
Característica de la arquitectura de datos digital
Una arquitectura de datos digital bien estructurada determina el éxito o el fracaso de una estrategia basada en el uso de los datos y ayuda a maximizar su valor. Su función principal es la de definir el origen y el tipo de datos que se van a utilizar en el desarrollo del negocio. La solución que se elija para ello ha de contemplar los siguientes aspectos:
- Qué tipo de datos están disponibles, de qué modo se generan y en qué formato
- Cuáles son relevantes para su análisis y la posterior toma de decisiones para la estrategia corporativa
- Definición precisa y clara de los atributos de los datos para evitar conflictos en el acceso y gestión de la información
- Flexibilidad de la arquitectura de datos que facilite su adaptación a posibles cambios, ya sea de la estrategia empresarial o de las normativas
La gestión y análisis de grandes volúmenes de datos es una de las claves para entender la realidad económica, las demandas del mercado, el perfil de los usuarios y su respuesta a nuevos productos o servicios. Se ha convertido, no solo en una prioridad para las empresas, sino también en la fuente indispensable para el negocio del siglo XXI.
Por ello, la cantidad de datos registrados, recogidos y almacenados por las empresas, tanto del entorno online como offline, aumenta exponencialmente. Esto conlleva que cada año las compañías afronten más dificultades para gestionar y analizar esos datos. Contar con una arquitectura de datos digital que certifique su calidad, defina los estándares, identifique posibles problemas y se ajuste a los requisitos legales ayudará a una mejor gestión de la información alineada con la estrategia corporativa.