Tecnologías como IoT, big data, gemelos digitales, inteligencia artificial o la computación en la nube no solo estimulan la digitalización de la industria también ayudan a que los procesos sean más eficientes económica y energéticamente.
Las actividades industriales son responsables de casi un tercio (31%) del consumo de energía de nuestro país.
El sector de la industria ha sido, tradicionalmente, el mayor consumidor de energía en España. Sin embargo, las medidas de ahorro y eficiencia que comenzaron a ponerse en práctica en los años 70 y la mejora en los procesos industriales a través de las nuevas tecnologías, unido, por otra parte, al gran aumento de la movilidad de personas y mercancías, ha hecho que el transporte desbanque en consumo energético a la Industria, según se afirma desde el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDEA).
A pesar de ello, las actividades industriales son responsables del 31% del consumo de energía de nuestro país. Esto se debe a que un porcentaje muy elevado de los procesos que se llevan a cabo en este ámbito, en los que se transforman materias primas para obtener otros materiales o productos, consumen energía en cantidades significativas.
Los porcentajes de ahorro de energía que se pueden lograr con la adoptación de medidas para lograr una mayor eficiencia no solo se justifican por su repercusión económica, también porque reducen la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
Digitalizar para ahorrar energía
Hay que recordar que, tal y como recoge la ONU en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. De ahí que una de las metas del objetivo “Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna” sea duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética.
Tecnologías como el internet de las cosas industrial (IIoT, por sus siglas en inglés), el big data, los gemelos digitales, la inteligencia artificial o la computación en la nube no solo estimulan la digitalización en la industria para lograr procesos más eficaces. Su implantación también ayuda a que los procesos sean más eficientes económica y energéticamente.
La gestión de todas esas herramientas digitales que contribuyen a un uso más sostenible de la energía ya es posible gracias a plataformas unificadas como Smart Factory by aggity. Combinar diferentes tecnologías permite automatizar la fábrica más allá de lo que conocemos hasta ahora y aumentar la productividad, reducir costes e incrementar la competitividad.
La automatización de los procesos industriales contribuye a que sean más eficientes energéticamente al reducir la huella de carbono de la fabricación mediante, por ejemplo, la minimización del desperdicio de material, la optimización del espacio de almacenaje y, por lo tanto, la disminución del consumo energético asociado con la iluminación y la calefacción. También si en la fabricación se emplean materiales cada vez más sostenibles y se utilizan motores y engranajes energéticamente eficientes con mínimas pérdidas por fricción.
Las organizaciones dispuestas a dar este salto competitivo deben apoyarse en soluciones que les permitan abordar una transformación que conduce a la mejora de la producción, la logística, la calidad, el mantenimiento y la previsión de la demanda e inventario, todo ello mediante el uso de algoritmos de inteligencia artificial, reconocimiento del lenguaje natural y machine learning.