Robotic Process Automation (RPA) y Social Business, la potencia de la automatización socializada
La Robotic Process Automation (Automatización de Procesos Robóticos), más conocida por sus siglas RPA, continúa ganando espacio en las empresas gracias a su potencia para automatizar multitud de tareas. Combinada con las tecnologías Social Business, RPA se manifiesta como un aliado perfecto para acelerar la transformación de las organizaciones en empresas 4.0, caracterizadas por la innovación, la agilidad, la apertura y la colaboración.
El acceso a un determinado sistema para la recopilación de determinados datos y su introducción en otro, la generación de informes con información procedente de distintas fuentes, la cumplimentación de todo tipo de formularios y la codificación y verificaciones de pedidos u órdenes de compra o fabricación. En la totalidad de las empresas existen multitud de tareas susceptibles de ser automatizadas y la tecnología RPA, como conjunto de herramientas de desarrollo de software que permite la construcción de robots de software o bots que se encarguen de su desarrollo, sin necesidad, además, de un conocimiento profundo de ingeniería informática, ha abierto la puerta a este avance.
Los bots o robots de software se crean para reemplazar el ímprobo esfuerzo y el notable tiempo que las personas destinan en las organizaciones al desarrollo de tareas repetitivas y de escaso valor por sistemas automáticos inteligentes que son, además, capaces de aprender de la experiencia. Con estas credenciales y si nos atenemos a los datos de consultoras como PwC, que estima que alrededor del 45% de las actividades manuales que se desarrollan en las empresas puede automatizarse, el potencial de RPA es enorme.
Este potencial, que aplica a empresas de todo tipo de sectores económicos, se multiplica cuando RPA se combina con las tecnologías Social Business. La incorporación de bots como una entidad propia dentro de un sistema de mensajería instantánea o una red social corporativa, como son Corporate Messenger y Corporate Social Network by aggity, permite poner el valor de la automatización a disposición de todos los miembros del ecosistema social de la empresa. De esta forma, cualquier persona, pero también sistema, proceso o cosa, que requiera, por ejemplo, un informe actualizado del estado de los cobros y los pagos de la empresa o del estado de cumplimiento de las órdenes de fabricación en una planta industrial, puede disponer de él con tan solo hacer la solicitud al bot correspondiente.
Con esta perspectiva y si tenemos en cuenta que el tipo de acciones susceptibles de ser automatizadas constituyen, en un porcentaje muy alto, el desencadenante de un proceso de determinado o la validación de un estado determinado necesario para su continuidad, es fácil entender por qué RPA posibilita incrementos notables de la productividad. Cabe subrayar, además, que a diferencia de lo que sucede con otro tipo de soluciones de automatización, la integración de RPA requiere un esfuerzo mínimo, mientras que su capacidad de mejora es notable y permite, además, liberar tiempo que los profesionales destinan a tareas repetitivas, puramente transaccionales y de poco valor, para centrarse en tareas de mayor valor.
Redefinir funciones e invención de nuevos modelos de negocio
De hecho, la consultora financiera Merry Lynch estima que la adopción de estas tecnologías puede aumentar la productividad en una ratio del 30%. La automatización representa, así mismo, una oportunidad para abordar la redefinición de las funciones operativas en la organización, la invención de nuevos modelos de negocio o la consolidación de nuevas ventajas competitivas.
Estas bondades han situado a la tecnología RPA en un primer plano, tanto para los gestores de negocio, como para los departamentos de TI, y cada vez son más las organizaciones que están integrado bots en sus flujos de trabajo. No es extraño, por tanto, que el mercado de RPA registre una tasa de crecimiento interanual del 50%, como señala la firma analista Forrester, que estima que la tecnología RPA moverá un volumen de negocio de 2.800 millones de dólares en el plazo de un lustro.
RPA en las fábricas 4.0
De acuerdo con la consultora Vanson Bourne, los errores humanos son la causa del 23% del tiempo de inactividad no planificada en las plantas de fabricación, en la que existen muchos entornos en los que se desarrollan tareas repetitivas; de modo que el sector industrial es un candidato perfecto para extraer valor de RPA.
El potencial de la tecnología RPA en el sector industrial no solo alcanza al suelo de la fábrica y alcanza a todo tipo de procesos al permitir a las empresas automatizar todo tipo de acciones e integrarlas, en forma de bots, en el ecosistema social de la empresa, a través de una solución como Social Factory by aggity. Se trata de hacer realidad una automatización socializada, que imprime agilidad y eficiencia al diálogo colaborativo entre personas, máquinas, robots, sistemas y procesos que caracteriza a las fábricas 4.0.
- Publicado en Industria
La industria 4.0 impulsa la multidirección y evolución sistemas MES
En sus orígenes, los sistemas MES (Manufacturing Execution System) fueron creados para posibilitar la monitorización y el control de las plantas de fabricación en el sector de la industria. Inmersas en la cuarta revolución industrial, las empresas industriales son testigos, en los últimos años, de la rápida evolución de estas soluciones, una evolución que avanza en múltiples direcciones y tiene marcado carácter colaborativo.
La definición básica de los sistemas MES, hasta hace poco tiempo limitados al “suelo” de las plantas de fabricación para controlar y mantener el seguimiento de su operativa, ha pasado a la historia. En los últimos años, los sistemas MES han evolucionado, tanto desde una perspectiva técnica como funcional, impelidos por los nuevos desafíos de la economía globalizada.
En el siglo XXI, caracterizado por la hiperconexión, la información en tiempo real, la expansión de IoT y la automatización, no basta con que los sistemas MES realicen una perfecta labor de monitorización y control del funcionamiento de los equipos y del desarrollo de los procesos en la planta de producción. Para ser verdaderamente eficaces y contribuir directamente a la mejora de la productividad -en términos de costes y eficiencia-, los sistemas MES deben conectarse con otros sistemas y unir la capa informacional del negocio con la capa de la operativa en planta.
Integración, palanca de evolución de los sistemas MES
De hecho, entre las diferentes palancas de evolución de los sistemas MES destaca su integración con otros sistemas TI, empezando por los tradicionales sistemas ERP (Enterprise Resource Planning). Esta conexión permite vincular la operativa en la planta de producción a múltiples y diferentes funciones, desde las finanzas y la contabilidad a la comunicación y los servicios de atención al cliente. De hecho, cada vez más, los sistemas MES funcionan de forma integrada con los ERP, lo que les ha permitido superar su tradicional misión de supervisores y elevarse al nivel de la planificación, la gestión y el análisis de la producción.
Gracias a esta integración y a la incorporación de nuevas capacidades, los sistemas MES han ampliado su alcance más allá de sus funciones tradicionales de información y control para convertirse en un sistema importante en ámbitos originalmente ajenos a su concepción como, por ejemplo, la planificación estratégica o las relaciones con proveedores, socios y clientes.
Así mismo, y también gracias a su integración con otros sistemas, la capacidad de los sistemas MES para proporcionar información y permitir el control de los múltiples y diferentes elementos que intervienen en el proceso de producción (materias primas, máquinas, personal, servicios auxiliares, etc.) se expande a multitud de ámbitos y permite a los gestores disponer de información completa, exacta y actualizada a partir de la cual tomar decisiones fundamentadas dirigidas a mejorar los distintos procesos asociados a la producción. Además, y gracias a la incorporación de interfaces a otras plataformas de datos, los sistemas MES también han mejorado su capacidad para proporcionar análisis más completos y detallados.
Comunicación y colaboración en la fábrica social
Del mismo modo, la filosofía Social Business y las nuevas herramientas de comunicación y colaboración también están contribuyendo a la evolución de los sistemas MES. De hecho, la integración de estas herramientas con los sistemas MES es la clave para que profesionales, máquinas, sistemas y procesos de la planta puedan acceder y compartir toda la información de la operativa de la fábrica de forma colaborativa, ágil e inteligente.
Con esa visión nace la solución Social Factory de aggity, resultado de sumar a la lógica de los sistemas Social MES tradicionales una capa extra basada en una nueva generación de aplicaciones Social Business para la gestión colaborativa, incluyendo mensajería instantánea, redes sociales y máquinas conectadas a las redes corporativas, que interactúan entre ellas, con apps, aplicaciones web y todo tipo de dispositivos móviles, en un entorno seguro y con garantías de confidencialidad.
Modularidad y especificidad
Además de esta vertiente social, en la evolución multidireccional de los sistemas MES destaca la componente modular, que permite a las empresas usuarias ampliar gradualmente el alcance del sistema MES y agregar extensiones, dependiendo de sus necesidades y objetivos específicos.
A este respecto, la evolución multidireccional de los sistemas MES no solo responde a desafíos comunes al sector industrial en su conjunto, también está impulsada por los requerimientos y las necesidades específicas de diferentes industrias. En el caso, por ejemplo, de la industria de fabricación de productos empaquetados, altamente sensibles a los costes, el seguimiento y control de los materiales es un aspecto clave para conseguir el ansiado objetivo de la mejora continua. En la industria farmacéutica, por su parte, resulta fundamental la trazabilidad y el registro de los lotes para garantizar el estricto cumplimiento de las exigencias regulatorias. Y cada segmento de la industria tiene unas necesidades concretas a las que la nueva generación de sistemas MES puede ofrecer una respuesta.
Industria 4.0: siete ventajas de un sistema Social MES
La transformación de la materia prima en un producto terminado es la razón de ser de la industria de fabricación, ya se trate de alimentos o bebidas, componentes de automoción, herramientas y bienes de equipo, textiles o fármacos. En el desarrollo de esta actividad convergen múltiples tecnologías, entre las que destacan, por encontrarse en el núcleo, los sistemas MES (Manufacturing Execution System), aplicados al seguimiento, control y monitorización de todo el proceso.
Entre las múltiples ventajas de los sistemas MES presentamos siete fundamentales que, gracias a la integración de las tecnologías Social Business, multiplican su potencial, en términos de ubicuidad y colaboración proceso-humano-máquina.
1. Eliminar la recogida de información en formato papel
Con un sistema MES la recogida de los datos relativos a los tiempos de actividad, inactividad y mantenimiento de máquinas y robots, tiempos de trabajo de operarios y técnicos, así como los referentes al uso y mermas de materias primas, estado del inventario, etc. se registran de forma digital y en tiempo real. De esta forma, se eliminan sistemas manuales de captación de información que, además, de obsoletos, suponen un mayor riesgo de error e incluso pérdida de información, resultan incompletos y retrasan, cuando no imposibilitan, la toma de decisiones basada en datos completos, exactos y actuales.
La captación directa de los datos desde los equipos productivos y su incorporación a un sistema MES permite al negocio el control y análisis, en tiempo real, de la operación en fábrica, la evaluación continua de su funcionamiento y el desarrollo de pronósticos. Si al aliado MES sumamos el potencial de la tecnología social, significa que toda esta información es accesible, de manera extremadamente sencilla y prácticamente en tiempo real, a todo el ecosistema social de la fábrica.
2. Información integrada con los sistemas de gestión
Los sistemas MES en los entornos de Fábrica 4.0 se integran tanto con los sistemas operacionales como con los sistemas informacionales, incluyendo sistemas nucleares de gestión como el ERP. De esta forma se eliminan los sistemas aislados y estancos, así como la necesidad de incorporar a ellos datos que ya se han recogido y registrado previamente. Del mismo modo, la información relativa a aspectos clave como, por ejemplo, fechas proyectadas de entrega o estado del inventario ganan en precisión y, por supuesto, se mejora el proceso de toma de decisiones, lo que posibilita realizar pronósticos y simulaciones, en base a información real y actualizada.
3. Comunicación fluida entre sistemas y trabajadores
La falta de información provoca que entre un 50% y un 70% del tiempo de los empleados se pierda en la búsqueda de datos necesarios para la gestión y la elaboración de informes. Este lastre se elimina gracias a la filosofía Social Business con la que está concebida la solución Social Factory by aggity, que garantiza la comunicación fluida entre sistemas y trabajadores. Este aspecto es una de las características diferenciales de las fábricas conectadas y se concreta en la participación de los empleados en una gestión colaborativa del trabajo, basada en el uso de la mensajería instantánea, y una red social corporativa con capacidad para la comunicación vía vídeo y conexión directa a estos entornos de aplicaciones, máquinas y sistemas ciber físicos.
4. Reducción de los tiempos de inactividad o parada
Gracias a los registros históricos y al conocimiento exacto de las circunstancias y progreso de la fabricación, el sistema MES permite una planificación realista de la producción. El seguimiento de las materias primas y el control permanente de la producción resultan fundamentales para la programación de la actividad de los técnicos y operarios, asegurando la productividad tanto del capital humano como de los bienes equipo, además de reducir los tiempos de inactividad o parada.
5. Planificación realista e incremento de la productividad
Integrado en la solución Industry 4.0 by aggity, Scheduling by aggity gestiona todas las actividades planificadas considerando todos los elementos implicados y su carga de trabajo. La herramienta también permite llevar a cabo simulaciones de diferentes escenarios y compararlos entre sí. De esta forma, no sólo es posible disminuir los costes de producción, sino también incrementar la productividad en un rango de entre el 10 y el 40%.
6. Reducción de los incidentes, las mermas y los productos defectuosos
Al mantener una monitorización y control permanentes de las líneas de producción y los productos terminados, el sistema MES posibilita la detección de incidentes o errores de fabricación y, en consecuencia, limitar las mermas o pérdida de materia prima, así como la fabricación de productos defectuosos. En su versión Social MES más evolucionada, esta información está accesible a todos los profesionales y a la totalidad de las áreas de gestión de la fábrica, permitiendo una toma de decisiones ágil y acertada.
7. Fabricación just-in-time y optimización del inventario
Los sistemas MES y Social MES son críticos para realizar una fabricación just-in-time, uno de los atributos propios de la Industria 4.0. Además, estos sistemas contribuyen directamente a la optimización del inventario, una ventaja fundamentalmente si se tiene en cuenta que el mantenimiento de inventario excedente, con los costes excedentes que conlleva su transporte, almacenamiento. Los sistemas MES se encargan de mantener actualizado el registro del inventario a partir del control de la producción, los materiales utilizados y productos acabados. Esta información resulta crucial para los departamentos de compras, al igual que para las áreas de logística y el transporte.
Si te ha parecido interesante este post y quieres saber más, consulta los siguientes enlaces:
El futuro es hoy. Social MES by aggity.
Gestión del tiempo de trabajo, en el corazón de la productividad
- Publicado en Industria
Expo Manufactura 2019: fabricación inteligente y social
La tecnología es un aliado clave para garantizar la competitividad de las empresas en todos los sectores económicos y el sector industrial no es una excepción. Esta premisa ha quedado refrendada una vez más en Expo Manufactura 2019, un evento de referencia para la industria de la fabricación de México. En su XXIII edición, la feria ha reunido en la ciudad de Monterrey a alrededor de 350 empresas y, por supuesto, aggity ha acudido a la cita como proveedor de soluciones específicamente diseñadas para la Industria 4.0. Hoy hablamos de los temas que se han tratado en la Expo Manufactura 2019.
Maquinaria, robótica, automatización, IoT… Las empresas del sector industrial se encuentran inmersas en un entorno altamente competitivo, con cadenas de suministro complejas y de clara disrupción tecnológica que exige un proceso de evolución permanente para sacar partido de la cuarta revolución industrial. La tendencia, que alcanza a todo el planeta, es especialmente notable en México, donde la aportación del sector industrial al PIB -1.027.786 millones de euros en 2017- supera el 30%. Promover el crecimiento industrial de una forma sostenible y fortalecer la posición de la industria mexicana a nivel global son prioridades para el país que preside Andrés Manuel López Obrador.
La mejora continua en el ADN de la industria
En la Expo Manufactura 2019 también se habló de la mejora continua de los procesos es parte del ADN de la industria y un imperativo al que desde aggity estamos contribuyendo con soluciones MES (Manufacturing Execution System), que hemos evolucionado y combinado con nuestras herramientas punteras de Social Business para crear Social Factory by aggity. Se trata del corazón de la fábrica 4.0 en tanto que posibilita que el ecosistema de las plantas de fabricación, incluidos colaboradores, clientes, proveedores, distribuidores, socios, etc., pero también cosas (IoT) y procesos de negocio puedan contactar, comunicar, compartir conocimiento y colaborar.
En la cuarta revolución industrial, además de inteligentes, las fábricas son sociales. Social MES es una nueva generación de sistemas MES que incorporan una capa de tecnología Social Business. En forma de aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales corporativas, Social MES traslada en tiempo real el diálogo continuo de la fábrica a un entorno amigable, de fácil uso y participativo.
Monitorización, control y conversación, temas destacados en la Expo Manufactura 2019
Del mismo modo que la digitalización y la socialización avanza en el entorno de los sistemas informacionales, la conversación ha alcanzado a las plantas de fabricación y los sistemas MES evolucionan para incorporar el diálogo entre personas, máquinas, robots, sistemas y procesos. Las funcionalidades de monitorización y control con las que nacieron los primeros sistemas MES entran en un nuevo estadio en el que personas, cosas y procesos están interconectados, se mantienen en comunicación permanente y tiene capacidad para, en función de distintas variables, tomar decisiones y poner en marcha o detener acciones.
Esta transformación es un paso necesario para que las empresas industriales de México den el salto a la internacionalización y demuestren el valor de los 12 tratados de libre comercio que México mantiene con 46 países. Por el momento y según los datos que maneja el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), menos de un centenar de empresas mexicanas representan el 70% de las exportaciones manufactureras y las pequeñas y medianas, a pesar de suponer el 99,8% del total, solo generan el 9% del valor de estas exportaciones. Sin embargo, la situación puede cambiar y desde aggity estamos contribuyendo a ello.
Si te ha parecido interesante este post, puede que te interese este otro:
Industria 4.0: siete ventajas de un sistema Social MES
- Publicado en Industria
Cómo responder a las expectativas del cliente conectado
«El cliente moderno ha transformado la interacción tradicional entre marcas y clientes. Hace tan solo 10 años, las marcas podían centrarse en un pequeño número de canales y conservar clientes fieles. Esa época ha terminado. El cliente moderno tiene acceso a decenas de puntos de contacto a través de múltiples dispositivos y ha tomado el control de su propio proceso de compra. Puede consultar comentarios de otros usuarios, buscar la calificación de los productos otorgada por expertos en el sector y comparar decenas de opciones mucho antes de iniciar la interacción directa con una marca».
Estos son los “clientes conectados”: personas que poseen una media de 3,64 dispositivos conectados y acceden fácilmente a la inteligencia de marca a través de Internet para tomar decisiones de compra antes de entrar en una tienda o visitar un sitio web. Si una persona desea reservar un hotel por Internet, por ejemplo, puede solicitar consejo a sus amigos en las redes sociales, leer sitios web de comentarios e incluso realizar una compra en un sitio web de terceros, todo ello sin tan siquiera hablar con un representante del hotel.
Esa alteración en la dinámica de poder ha obligado a las marcas a cambiar su modo de trabajar. Para alcanzar el éxito en este nuevo entorno, las marcas deben ofrecer una experiencia coherente e integrada en todos los canales de comunicación posibles, basada en el contexto y la interacción anterior, lo que constituye la nueva receta para responder a las expectativas del cliente. Para lograr este objetivo, las marcas deben adoptar un punto de vista más centrado en el cliente, acabar con la compartimentación de los datos del cliente y unificar su capacidad de orquestación de mensajes.
Los clientes disponen de decenas de opciones para interactuar con las marcas. La abundancia de alternativas ha convertido el proceso lineal del cliente en un camino hacia la compra dinámico y multifacético que incluye la reevaluación constante, incluso después de la venta. Un estudio ha revelado que el 88 % de los clientes modernos utiliza con regularidad al menos un canal de Internet y espera que las marcas le ofrezcan una experiencia coherente a través de todos esos canales.
Las marcas no han logrado en su mayoría cumplir este objetivo, lo que constituye un problema debido a la pérdida de valor al no alcanzar las expectativas del cliente. El 86 % de los consumidores estadounidenses pagaría más por una mejor experiencia del cliente, pero tan solo el 1 % de ellos considera que las marcas responden de manera constante a sus expectativas. A nivel mundial, esta diferencia entre la experiencia y las expectativas hace que las marcas pierdan 300 000 millones de dólares en beneficios potenciales.
Para responder a las expectativas del cliente conectado, las marcas necesitan conocer en primer lugar los comportamientos y preferencias de este. El cliente conectado medio desea ser reconocido a través de todos los canales y dispositivos y quiere recibir ofertas adecuadas en el momento en que las necesita. Además de ser adecuadas a nivel contextual, las ofertas enviadas a los clientes deben basarse en el historial del cliente con la marca y en sus preferencias respecto al canal.
Los responsables del marketing deben situar al cliente en el centro de sus diseños del proceso del cliente y del programa de marketing. Parte de ello implica diseñar unos flujos de interacción y unos mensajes teniendo en mente al cliente. Los mensajes deben ser adecuados para la vida del cliente tanto en términos de contenido como de frecuencia: un mensaje inapropiado en el momento correcto es tan ineficaz como un mensaje correcto en el momento equivocado. Los responsables del marketing son también clientes en su vida personal, por lo que pensar en cómo reaccionarían ellos resulta útil para adoptar un punto de vista más centrado en el cliente.
Uno de los principales inconvenientes para la mayoría de las marcas es el carácter compartimentado de sus tecnologías de comunicación con el cliente. Existe una separación especialmente clara entre los sistemas encargados de supervisar los puntos de contacto digitales y físicos, donde la mayoría de los responsables de marketing tienen una capacidad subóptima o nula de integrar los datos del cliente entre las fuentes de Internet y fuera de Internet. Acabar con la compartimentación de los datos desarrollada orgánicamente a lo largo del tiempo es un paso clave para responder a las expectativas del cliente conectado de una experiencia adecuada a través de los distintos canales.
La incapacidad de integrar los datos entre las distintas fuentes impide a las marcas transmitir unos mensajes adecuados. Si un cliente interactúa a través del sitio web y luego a través de las redes sociales, las marcas deberían ser capaces de reconocer que se trata de la misma persona. Dado el actual carácter compartimentado de la tecnología de comunicación con el cliente, las marcas suelen carecer de la vista única del cliente que necesitarían para ser eficaces. Aquellas marcas que poseen una vista única del cliente por haber superado la compartimentación entre soluciones específicas suelen encontrar más fácil transmitir los mensajes adecuados que desea el cliente conectado.
Las recomendaciones de alta repercusión posibilitadas por una vista única del cliente ofrecen una probabilidad 50 veces mayor de generar una compra que una recomendación de baja repercusión. La diferencia en el potencial de compra es significativa, y el punto de vista centrado en el cliente derivado de este tipo de enfoque permite a las marcas aprovechar la transformación digital que está viviendo el mercado. Una vez que las marcas han creado una vista única del cliente accesible en tiempo real para toda la empresa —a menudo una plataforma de datos del cliente—, pueden pensar de forma más eficaz como un cliente y entender cuáles son los mensajes que deben transmitir.
Una vez que las marcas han adoptado una mentalidad centrada en el cliente y han eliminado la compartimentación entre soluciones específicas y unidades de negocio, deben estudiar cuál es la mejor forma de orquestar la interacción. La integración de los datos en una vista única del cliente carece de valor sin la capacidad para actuar en función de los conocimientos obtenidos de esos datos globales. Las marcas necesitan una solución capaz de utilizar los datos directamente para tomar decisiones del cliente y luego orquestar una experiencia omnicanal. Esta solución suele ser un centro de comunicación con el cliente, que puede cumplir ambas funciones mediante un enfoque de “open garden” que aproveche las inversiones existentes en tecnologías de la información y adopte futuras innovaciones.
El centro de comunicación con el cliente ofrece un único punto de control sobre los datos, las decisiones y la interacción, adoptando al mismo tiempo los puntos de contacto existentes. Adoptar este enfoque permite a las marcas aprovechar al máximo su infraestructura tecnológica existente. Esto evita además la sustitución y modificación generalizada de plataformas de las soluciones de tipo “open garden”, como una nube de marketing o un paquete “todo en uno”. Adoptar un enfoque de “open garden” respecto a la tecnología con un centro de comunicación con el cliente crea también una arquitectura flexible que permite a las marcas centrar sus esfuerzos en ofrecer la siguiente mejor acción adecuada para el cliente conectado.
A medida que la transformación digital y las nuevas tecnologías impulsadas por el cliente aumentan la presión por diferenciarse en términos de la experiencia del cliente, las marcas están descubriendo que necesitan nuevas fuentes de ventaja competitiva. Acabar con la diferencia entre las expectativas y la experiencia del cliente conectado contribuirá a esa diferenciación, pero esto solo puede ocurrir si las marcas adoptan una mentalidad centrada en el cliente y toman medidas para integrar su infraestructura tecnológica y garantizarla de cara al futuro. Solo entonces podrán beneficiarse las marcas de los 800 000 millones de dólares que obtendrá el 15 % de todas las mejores empresas gracias a la mejora de la personalización a lo largo de los próximos cinco años.
Si te ha parecido interesante este post, seguramente también te interese leer este otro :
- Publicado en Customer Engagement
Industria social: la fábrica que dialoga
La conversación ha llegado a las plantas de fabricación y el diálogo entre personas, máquinas, robots, sistemas y procesos se ha convertido, de facto, en una de las características de las denominadas fábricas inteligentes o smart factories, protagonistas de la cuarta revolución en el sector industrial.
La fábrica 4.0 o industria social se levanta sobre una serie de pilares, tales como la robótica o los sistemas ciberfísicos; se expande a través de la tecnología de Internet de las Cosas (IoT), y analiza, piensa y toma decisiones aplicando tecnología de Big Data, analítica avanzada o Inteligencia Artificial al caudal de datos que aporta todo este ecosistema. Los robots industriales, que solo en España ya suman un censo de más de 35.000 unidades, es decir, dos de cada mil trabajadores en este sector, son una buena prueba de la revolución actualmente en marcha, una revolución en la que el diálogo hombre-máquina se normaliza y expande en un entorno altamente automatizado e inteligente, es decir, capaz de tomar decisiones de acuerdo con unos objetivos y teniendo en cuenta las circunstancias. Estamos ante la fábrica 4.0.
La red de comunicación que posibilita la conexión y comunicación de las “cosas” con otros elementos de la red, tanto físicos como humanos, bautizada IoT en 1999 por el tecnólogo británico, Kevin Ashton, es de facto una de las piezas fundamentales de esta revolución. IoT permite compartir datos, una cualidad intrínseca a las fábricas 4.0, donde se desarrolla un diálogo continuo que, a través de una capa de tecnología social, es posible elevar a un nivel máximo de usabilidad.
Las plantas de fabricación son, por su propia naturaleza, entornos complejos que, con el avance de la robótica, la sensorización y la automatización continúan sofisticándose. Sin embargo, la tecnología Social Business, bajo la forma de aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales corporativas, permite trasladar esta conversación continua a un entorno amable, de fácil uso y esencialmente participativo, en el que personas, máquinas, sistemas y procesos dialogan de forma fluida y en tiempo real, incluidos los diferentes sistemas que gestionan, monitorizan y controlan el correcto funcionamiento de la fábrica.
El aliado de la industria social: Social Business
La capa social MES permite a las fábricas avanzar en los dos grandes ejes sobre los que pivota la conversión en las fábricas 4.0. El primer eje, horizontal, refleja la progresión desde una organización jerarquizada de acuerdo con principios funcionales y con una operativa organizada en silos, a una organización basada en una red de equipos integrados, tanto por personas, como por máquinas, sistemas y procesos.
Esta carrera se ha acelerado de forma notable en los últimos años y tiene un aliado fundamental en la tecnología Social Business, en tanto que medio para vehicular la conversación entre los integrantes de los equipos y entre los distintos equipos de la red. Con el soporte de esta de red de equipos integrados, la operativa de las fábricas físicas discurre paralela al diálogo en un entorno digital en el que humanos (operarios, jefes de planta, coordinadores de equipos y gestores de diversas áreas) participan y colaboran con máquinas, robots y procesos. Humanos, máquinas y procesos comparte en este entorno su estado, emiten y reciben notificaciones, y comparten información en tiempo real.
Por su parte, el eje vertical refleja el paso de una organización enfocada hacia el interior hacia una organización abierta al exterior en la que los diferentes equipos -estrategia de producto, ingeniería, finanzas, marketing, ventas, suministro, operaciones, calidad, mantenimiento, ingeniería, etc.-, analizan la influencia de los factores externo, así como su propio impacto en el entorno. A este ejercicio también contribuyen las tecnologías Social Business, en tanto que medio para compartir información y colaborar en la generación de propuestas de valor con los diferentes agentes que mantienen relaciones con la empresa -proveedores, clientes, socios, etc.-
Esta última derivada es especialmente atractiva si tenemos en cuenta que el último ‘Informe sobre el Desarrollo Industrial 2018’ de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) apunta a favor de una industrialización inclusiva y sostenible como la clave del desarrollo sostenible y llama a la puesta en marcha de un “círculo virtuoso”, en el que el desarrollo industrial tenga en cuenta tanto la oferta como la demanda.
La tecnología en su conjunto y, específicamente, las soluciones con una capa social integrada contribuyen directamente a la consecución de este objetivo: la construcción de una industria que, más allá de la automatización, sitúe a este sector a la vanguardia de una economía inteligente y social.
A pesar de los desafíos comerciales, el sector industrial debe aprovechar el actual ciclo de expansión para impulsar una modernización que, por supuesto, es tecnológica, pero también es cultural y debe, por tanto, aprovechar las nuevas y avanzadas posibilidades de la tecnología Social Business.
Utilizada por más de 350 compañías del sector industrial en todo el mundo, la solución Industry 4.0 by aggity ha evolucionado y, renombrada Social Factory by aggity, integra la capa social que permite integrar en una nueva cultura de conversación, colaboración y operativa inteligentes a todos los elementos -tanto humanos como físicos y digitales- que contribuyen a la construcción del “círculo virtuoso”.
- Publicado en Industria
Social MES, el cerebro de las fábricas inteligentes
Optimización, mejora continua, competitividad. Ya sea textil, de componentes de automoción, de bienes de equipo, de consumo, espacial, etc., la industria es uno de los motores de la economía donde la tecnología se ha convertido en un aliado decisivo para mantener posiciones en el escenario globalizado. La cuarta revolución industrial está en marcha y las denominadas smart factories o fábricas inteligentes serán las únicas que continuarán marcando el paso en el futuro.
La fábrica 4.0 representa un nuevo avance tanto desde los puntos de vista de la conectividad y la automatización, dos campos que se mantienen en constante evolución de forma simultánea a la convergencia del mundo físico y el mundo digital. De hecho, la convergencia de la tecnología operacional (OT) y la tecnología de la información (IT) abre la puerta al salto desde una operativa lineal y secuencial a otra abierta e interconectada que se alimenta del permanente flujo de datos procedente de los sistemas operacionales, los sistemas de producción, las diferentes áreas funcionales y el conjunto de la cadena de valor.
Se trata de un ecosistema complejo en el que el sistema MES (Manufacturing Execution System) opera como el cerebro respecto al sistema nervioso. En este cerebro converge la información procedente de los sistemas de producción y se lleva a cabo un control y una supervisión permanente de toda fábrica, con información completa, detallada y en tiempo real.
La potencia de MES va mucho más allá de la simple recolección de información al posibilitar la transformación de este flujo permanente de datos e información en conocimiento, es decir, en una visión real de la operativa y la actividad de las diferentes áreas funcionales. Este conocimiento se presenta de forma gráfica y a través de informes y cuadros de mando que permiten conocer en cualquier momento qué está sucediendo en la planta o plantas de fabricación, en qué medida lo que sucede se ajusta a lo planificado e incluso adelantarse y evitar cualquier tipo de fallo ante la detección de cualquier anomalía.
El cerebro MES no solo facilita a los gestores una visión completa del progreso de las órdenes de fabricación, también proporciona análisis estadísticos del rendimiento en tiempo real, como el OEE (Overall Equipment Efficiency) por recurso, planta, departamento; se encarga de supervisar y controlar los materiales (niveles de stock, visualización del consumo de materiales, lotes utilizados y fabricados, etc.), el mantenimiento y la calidad, con acceso a gráficos de control e inspecciones en línea.
Todas estas funciones resultan fundamentales para los responsables de producción. En el caso, por ejemplo, de un gerente de producción de un fabricante textil que necesite conocer cuándo estará disponible la nueva colección otoño-invierno de pantalones, en lugar de acceder a diferentes sistemas para verificar si la producción ya ha comenzado, conocer la planificación establecida, determinar el ciclo de fabricación, disponer de pruebas del producto y verificar la disponibilidad de materiales, dispondrá de una visión completa y detallada gracias al sistema MES que le envía directamente dicha información.
Fábrica 4.0: digital y social
De esta forma y bajo el principio de que la fábrica 4.0 es digital y también social, los operarios y ensambladores disponen de la información exacta que precisan en el momento requerido y lo mismo sucede en el caso de los responsables de fabricación, de calidad, de mantenimiento y, por supuesto, la gerencia. Del mismo modo, también máquinas, robots y procesos cuentan con la información necesaria al instante para desarrollar su labor y fluir de manera armónica y adaptable a cualquier cambio que pueda producirse para cumplir con los objetivos de negocio.
Como sucede con los sentidos en el cuerpo humano, en las plantas de fabricación existen diversos entornos en los que se recolectan datos –lectores de códigos de barras, medidores electrónicos, sensores, sistemas SPC (Statistical Process Control), formularios, etc.- y, a modo de cerebro, el sistema MES recopila toda esa información para ponerla a disposición de la gestión y las diferentes áreas funcionales de acuerdo con sus necesidades y requisitos.
En tanto que cerebro de la fábrica 4.0, el sistema MES configura un hub central de información conectado, cada vez de forma más estrecha y automatizada gracias a Internet de las Cosas (IoT), con los sistemas operacionales y con diversos sistemas de información, eliminando cualquier tipo de vacío entre la planta o plantas de fabricación con las áreas ingeniería, compras, contabilidad, calidad, etc. Con MES desparecen las áreas de fábrica de las que no existe información disponible en tiempo real y se mantiene un control permanente no solo de los procesos que se están desarrollando, sino también de en qué momento, de qué manera y por qué.
Para ello, los sistemas MES continúan evolucionando y cada día incorporan más inteligencia, se integran con el universo IoT e incorporan nuevas herramientas de comunicación social, configurando una capa adicional que, aprovechando la potencia de la nueva generación de aplicaciones Social Business, permite una gestión colaborativa de las plantas de fabricación en la que personas, máquinas y procesos pueden interactuar sin barreras.
Con todas estas capacidades, MES es un componente crítico de la Industria 4.0, que opera como un puente entre los distintos recursos físicos y sistemas de información de las plantas de fabricación y hace posible una verdadera digitalización de extremo a extremo. Todo ello, facilita un entorno integrado para intercambiar información y disponer de la visión y el conocimiento, en forma de indicadores clave, que permite tomar decisiones inteligentes de una forma ágil que impulsan la mejora constante, en términos de eficiencia y costes, que caracteriza a las fábricas inteligentes, capaces de aprender y de adaptarse de forma flexible a las nuevas demandas.
- Publicado en Industria
La Industria 4.0 es una realidad: ¿cómo aprovechar su potencial?
Hace unos años, la idea de una perfecta automatización de los sistemas tecnológicos de una fábrica y su sincronización con los trabajadores de esta podría haber sonado bastante futurista. Sin embargo, hace tiempo que los equipos TI de diversas compañías dieron los primeros pasos para convertir sus plantas de fabricación en Industrias 4.0 o Industrias Inteligentes. Pero ¿qué es la Industria 4.0?
¿Qué es la Industria 4.0?
Básicamente, la Industria 4.0 es un gran paso más en la progresiva transformación de las industrias, un impulso de la transformación digital a las plantas de producción que algunos consideran una Cuarta Revolución Industrial, mientras que otros lo definen simplemente como una actualización de la Tercera Revolución Industrial a los tiempos actuales con sistemas de nueva generación.
En lo que están de acuerdo todos los expertos es que la Industria 4.0 ha introducido muchas de las tecnologías de la información y operacionales más punteras a las plantas de producción. Entre estos avances destacan el cloud computing, IoT, la robótica, el big data, la IA o el aprendizaje automático, sistemas cuyo objetivo en el sector de la industria sería el de ahorrar tiempos y costes de producción, lo que se deriva del aumento de la productividad y eficiencia de las fábricas.
Sin embargo, el cambio más importante que introduce la Industria 4.0 es la adopción de sistemas ciberfísicos a la producción masiva. Consisten en dispositivos y herramientas conectados física y virtualmente entre sí, cuya principal labor es la de controlar un proceso físico, ahorrando esfuerzo a los operarios ya que se garantiza una mayor automatización de máquinas y sistemas, dejando las decisiones más urgentes e importantes a los propios trabajadores.
Destacan el cloud computing, IoT, la robótica, el big data, la IA o el aprendizaje automático. Sin embargo, el cambio más importante que introduce la Industria 4.0 es la adopción de sistemas ciberfísicos a la producción masiva.
Cómo hacer la transformación a una Industria 4.0
No hay duda de que la transformación inteligente de las empresas es un hecho y que las industrias tendrán que adaptarse a estos cambios para seguir siendo competitivas y relevantes. Pero ¿cómo han llevado los empresarios tantos cambios repentinos en tan solo cinco años?
La mayor parte de las tecnologías de la Industria 4.0 ya están desarrolladas y establecidas, y también son fundamentales los avances en materia de protocolos de comunicación, específicamente en los entornos operacionales, tradicionalmente más resistentes al cambio que los entornos informacionales. La creciente concienciación de los responsables de la toma de decisiones de las empresas del sector industrial en cuanto al imperativo de competir en un mercado global, extremadamente ágil y donde la fabricación se realiza bajo demanda, también juega a favor del desarrollo de las fábricas inteligentes.
No obstante, es necesario un paso adicional para poder hablar de una Cuarta Revolución Industrial totalmente consolidada y que consiste en la adopción masiva de estos avances por parte de las industrias, pero antes se debe tener en cuenta cómo aplicar estas tecnologías de la mejor forma para su método de producción.
Software para la transformación de la Industria 4.0
Teniendo en cuenta este factor, aggity ha desarrollado Industry 4.0, un software especialmente diseñado para estas industrias conectadas e inteligentes cuya función principal es la de ahorrar costes y tiempos de producción a la vez que se aumenta la productividad y la eficiencia de la fábrica. Todo ello se consigue gestionando y monitorizando en tiempo real la actividad de toda la planta de producción y automatizando los procesos industriales. Además, las tres distintas soluciones que ofrece Industry 4.0 (Social MES, Scheduling by aggity y Factory MES) se integran directamente con todos los sistemas ERP (Enterprise Resource Planning), facilitando el salto a este nuevo estadio a todo tipo de empresas industriales, con independencia de su tamaño y subsector.
En este sentido, el sistema Social MES: Manufacturing Execution System controla y monitoriza las cuatro áreas principales de trabajo en una industria: producción, materiales, calidad y mantenimiento. Social MES ofrece a trabajadores y empleados información sobre todo lo que sucede en la fábrica en tiempo real, además de una gestión de materiales mejorada y una mejor conexión entre los distintos departamentos. De esta forma se logra una reducción de los tiempos y los costes, una optimización de los tiempos de producción y una mejora en la calidad del producto final.
Social MES controla y monitoriza las cuatro áreas principales de trabajo en una industria: producción, materiales, calidad y mantenimiento.
Scheduling by aggity es, por su parte, una herramienta muy útil para planificar el funcionamiento de la Fábrica 4.0. Este programa gestiona todas las actividades planificadas que tiene la empresa respecto a los elementos de producción (trabajadores, máquinas, sistemas…) y su carga de trabajo. Con Scheduling también es posible realizar simulaciones de varios escenarios de planificación y hace comparaciones entre ellos para que los trabajadores decidan el mejor plan a seguir. Con todo ello, se evitan los cuellos de botella y se reducen los tiempos de inactividad, además de mejorar los plazos de entrega, disminuyendo los costes de producción e incrementando la productividad entre un 10% y un 40%.
Scheduling, por su parte, gestiona todas las actividades planificadas que tiene la empresa respecto a los elementos de producción (trabajadores, máquinas, sistemas…) y su carga de trabajo.
Bajo la filosofía Social Business, la solución Social Factory MES de aggity garantiza una buena comunicación entre los sistemas y trabajadores de la fábrica conectada. Algo muy importante, ya que la falta de información entre empleados provoca que pierdan entre un 50% y un 70% de su tiempo en la búsqueda de datos y la elaboración de informes. En este sentido, Social MES elimina estos obstáculos al permitir que los empleados participen en una gestión colaborativa del trabajo basada en redes sociales, mensajería instantánea, video-streaming, dispositivos conectados a las redes corporativas y aplicaciones, de forma que la información fluye de forma eficaz entre todos los departamentos de la fábrica.
Social Factory MES garantiza una buena comunicación entre los sistemas y trabajadores de la fábrica conectada y agiliza la búsqueda de datos y la elaboración de informes.
Casos de éxisto en la transformación a la Industria 4.0
En definitiva, es vital que las empresas y fábricas comprendan que la industria 4.0 no es solo una tendencia, es una realidad palpable que beneficia en mayor grado a las empresas que encabezan la revolución. Empresas como Autajón, que ha logrado reducir los costes un 32%, y Caterpillar, que ha aumentado su productividad en un 30% en tan solo tres meses, han entendido la importancia de esta nueva revolución al confiar en las soluciones para la Industria 4.0.
- Publicado en Industria
Industria 4.0: robots, sensores o realidad aumentada, así son las fábricas inteligentes
Robots inteligentes que trabajan de forma amigable con operarios, multisensores para que las máquinas se comuniquen, realidad aumentada para visualizar prototipos, eso y más es lo que se denomina la revolución de la industria 4.0 o de las fábricas inteligentes y donde el sector español busca embarcarse.
La Fábrica 4.0, el entorno del IoT y el Big Data
El Internet de las cosas y el Big Data, que relacionan los datos con actividades humanas, tienen la capacidad de revolucionar los procesos tradicionales con las herramientas adecuadas. Y es que, el adecuarse a la demanda de los usuarios, hace que las nuevas fábricas 4.0 demandan cada vez más productos a “la carta” diseñados por él mismo y que estén rápido en casa. Según expertos, las fábricas deben prepararse para garantizar una oferta individualizada en tiempo real.
Empresas como Nike ya permiten el diseño individualizado de zapatillas: elegir texturas, tejidos, colores. Además, fabricantes de productos alimentarios como “muesli” están dando opción a personalizar cereales en varios aspectos como cantidades, ingredientes añadidos o tipo de embalaje.
El potencial económico del Internet de las cosas para empresas y gobiernos es enorme; según Cisco, hasta 14,5 billones de euros podrían estar “en juego” en el horizonte de 2023.
Máquinas que aprenden
Entre las características de este nuevo tipo de industria está la robótica colaborativa, con la que las máquinas ayudan al operario en tareas repetitivas o peligrosas sin agredirlo al reconocerlo y con el que ya pueden compartir actividades en un mismo lugar físico. O bien, sistemas ciberfísicos, donde proliferan diminutos ordenadores con sistemas incluidos en la fabricación y enormes funcionalidades para procesamiento de información.
Asimismo, la sensorización, la visión inteligente y la realidad aumentada, con máquinas que aprenden por sí mismas bajo la tutela del operario que es pieza clave en esta fabricación, y al que ofrecen asistencia con gafas interactivas.
La fabricación aditiva o por capas también es fundamental en esta nueva industria ya que ahorra tiempo y dinero frente a técnicas tradicionales como prototipos a partir de moldes, que resultan muy costosos cuando los pedidos son poco voluminosos.
“Se quiere traer de nuevo a Europa la fábrica mientras que en el pasado se deslocalizaba en busca de mano de obra barata y eso hizo que también se fugaran talentos”, ha explicado Loreto Susperregi.
Y es que en esta incipiente carrera industrial 4.0, España se encuentra en buena posición, “en la parrilla de salida”, según David Sánchez. “No podemos dejar pasar esta oportunidad”, porque hasta el momento, “ningún país se ha posicionado en cabeza”, ha añadido.
El momento de “subirse a la revolución”
Países punteros en esta industria son Alemania y Estados Unidos. En estos momentos la industria española “tiene la opción de subirse a esta revolución”, y de no hacerlo perderá competitividad.
También EEUU avanza con firmeza en este tipo de fábricas. Recientemente, en Chicago, líderes de la industria se han reunido en el Forum del Internet de las cosas para impulsar este modelo industrial en el marco de unas previsiones de dos millones de déficit de profesionales expertos en este nuevo mundo.
Reutilizar la información
Tecnológicas y universidades se están movilizando para ajustar perfiles formativos a las nuevas necesidades. Uno de los miembros de su consejo asesor, Jorge Calderón, ha detallado profesiones con gran demanda como ingenieros de datos capaces de reutilizar ingentes cantidades de información, los profesionales en ciberseguridad y los expertos en diseño de interfaces más sencillas y cómodas.
En este nuevo marco de producción, Opera MES ha creado una tecnología en la nube que interconecta dispositivos y es muy útil para industrias como la farmacéutica, cuyos productos exigen rangos de temperatura determinados en toda la cadena de distribución, entre otros tantos sectores que pueden verse favorecidos. Además se integra a la plataforma Social Business, para llevar la comunicación móvil y ágil a los operarios en el momento oportuno y tiempo real.
- Publicado en Industria
Social MES asegura la conexión e intercomunicación de todo con todo
MAQUINARIA Y SISTEMAS DE CONTROL OBSOLETOS
Otras conclusiones tienen más que ver con la capacidad para solucionar determinados problemas. Así, el 52% de estas industrias desconoce cómo reducir las mermas de materias primas o el sobrellenado. El 67% de las fábricas están produciendo entre un 4% y un 8% de más para satisfacer su demanda, muy por encima de un margen de tolerancia adecuado (entre 1% y 3%).
Estos datos revelan un problema de obsolescencia, tanto en lo que se refiere a la maquinaria como a los procedimientos de control y medición. Pero para afrontarlo se asume un punto de partida recurrente desde la primera Revolución Industrial: la inversión en nuevo equipamiento productivo. Esta visión errónea se complica con el abanico de tecnologías y soluciones existentes para acometer este proceso de reconversión: robótica avanzada, sistemas cibernéticos, inteligencia artificial, impresión 3D e IoT, entre otras, parecen encarnar las bondades de esta cuarta Revolución Industrial.
No obstante, esta visión esconde otras soluciones más simples, de menor coste y más efectivas a la hora de mejorar cualquier proceso de producción. Por ejemplo, un sistema de captura automática de datos o, dando un paso más allá, una solución MES disminuyen el tiempo para la toma de medidas correctoras ante un problema de producción y procuran una reducción del 30% en los costes asociados a estos.
El 52% desconoce cómo reducir las mermas de materias primas o el sobrellenado
SOCIAL MES PARA PROBLEMAS REALES
No hablamos de milagros ni de trucos de magia, sino de la aplicación de soluciones digitales que han sido desarrolladas pensando exclusivamente en entornos fabriles y que han demostrado su utilidad en un número significativo de instalaciones en todo el mundo. Esta soluciones MES permiten, en un primer momento, incrementar la productividad de la fábrica en ratios de entre el 30% y el 35%, solo con la automatización de la captura de datos de forma fiable y en tiempo real. Además, también logran implicar e integrar a todos los departamentos —planificación, producción, calidad, mantenimiento, logística…— convirtiéndose en el verdadero corazón de la fábrica “inteligente”, en el que apoyar el proceso continuo de transformación digital que hará factible la existencia de una industria 4.0.
Para conseguirlo, los proveedores de soluciones MES nos hemos encargado de dejarlas listas y preparadas para el nuevo entorno de la industria 4.0,
paso intermedio obligado para desarrollar una verdadera smart factory, en la que la automatización de la planta debe hacerse en paralelo a su conexión con la cadena de suministro, los centros de distribución y todos los sistemas de gestión del negocio.
En este punto hay que hacer tres matizaciones: capturar datos, aunque sea de manera digital desde las máquinas, no es disponer de un sistema MES; contar con un gran volumen de datos no significa tener información relevante; y, finalmente, una solución MES también se queda corta para el nuevo contexto de industria 4.0.
Sobre las nuevas tecnologías basadas en las aportaciones de IoT, big data, inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, y similares, se ha de producir un proceso de interconexión que debe englobar máquinas, dispositivos, sistemas, personas y todos los actores económicos con los que se relaciona nuestra fábrica, desde los proveedores de materias primas hasta el canal de distribución, pasando por clientes y socios.
Es lo que denominamos Social MES, un sistema que asegura la conexión e intercomunicación de todo con todo, en el que aplicamos, además de la lógica de los sistemas MES tradicionales, una capa extra basada en una nueva generación de aplicaciones de social business para la gestión colaborativa basada en redes sociales, máquinas conectadas a las redes corporativas y que interactúan entre ellas, apps y aplicaciones web y dispositivos móviles de todo tipo. Así aseguramos un entorno de producción en el que la información fluye para ser más eficientes y eficaces, producir más y mejor, y con costes ajustados.
Con los datos de que tenemos sobre aplicaciones reales, podemos hablar de resultados espectaculares en fábricas de productos de consumo masivo en las que hemos conseguido aumentar la productividad en un 30%, eliminar un 75% los tiempos de parada, reducir el uso del papel un 90% y mejorar la calidad de la producción un 20%.
Todo este proceso de transformación digital de la industria puede resultar muy sencillo. Se trata de aprovechar el conocimiento y la utilización que los usuarios finales hacen de todo tipo de herramientas de comunicación, colaboración y redes sociales, y trasladarlo a un entorno seguro y confidencial dentro de la empresa. En paralelo, hay que ser capaz de combinarlas y conectarlas con los sistemas transaccionales y de gestión tradicionales (ERP, CRM, CMS), tecnologías de movilidad, análisis inteligente de la información, IoT, robótica e inteligencia artificial.
La fábrica 4.0 debe ser, además de inteligente, social.
Autor: Oscar Pierre – Presidente y CEO aggity
Entrevista para digitalbizmagazine
- Publicado en Industria