Experiencia del cliente y asistentes virtuales cognitivos
Basados en inteligencia artificial, los asistentes virtuales cognitivos se diferencian de los chatbots porque son capaces de interactuar dentro de un contexto en el que reconocen los estados de ánimo del usuario durante una conversación.
El 60% de los consumidores cree que reducirá el tiempo de las respuestas a la vez que éstas estarán muy personalizadas según sus preferencias.
Hace ya 10 años que irrumpieron en la vida de los usuarios asistentes virtuales como Siri o Cortana con la función de facilitarles la vida en múltiples facetas: desde información sobre el tráfico y la previsión meteorológico hasta la resolución de dudas acerca del horario de apertura de una farmacia u otro establecimiento. Se trata de una herramienta que se ha vuelto cotidiana y que los consumidores también quieren incorporar a su relación con las marcas.
Ya en 2018, la consultora Gartner predijo que en los siguientes años las personas tendrían más conversaciones con bots que con su cónyuge. Quizá una previsión que pueda parecer exagerada, pero no exenta de razón si se tiene en cuenta que, con el auge de la inteligencia artificial (IA) y las interfaces de usuario conversacionales, es cada vez más probable que interactuemos con un bot sin saberlo a través de smartphones, tabletas, asistentes personales virtuales (VPA) o los sistemas de entretenimiento del hogar y automóviles.
El paso siguiente es el uso de los asistentes virtuales cognitivos (AVC). También basados en inteligencia artificial se diferencian de los chatbots porque son capaces de interactuar dentro de un contexto en el que reconocen los estados de ánimo del usuario durante una conversación. Esto, por un lado, se traduce en una mejor experiencia del cliente, que siente que recibe un trato más personalizado; y en la mejora de los resultados de las ventas al satisfacer mejor sus demandas.
Interacción con contexto
Estos servicios cognitivos suelen hacer uso de una cámara con la que identificar las expresiones faciales de quien habla y, al mismo tiempo, interpretarla para entender la información que recibe y responder en consecuencia. Al aumentar el grado de inteligencia de estos servicios y la automatización de la relación de las empresas con el cliente, el riesgo al que se enfrentan las marcas es la deshumanización del trato con el consumidor, advierte la firma de análisis PwC en su informe ‘Bots, Machine Learning, Servicios Cognitivos’.
Los datos de este documento muestran, sin embargo, una buena predisposición por parte de los usuarios: el 60% cree que reducirá el tiempo de las respuestas a la vez que ganarán en personalización, el 38% afirma que el empleo de IA puede proporcionarles mejores experiencias y el 43% de los millenials pagaría un plus por un servicio híbrido de IA con acceso a un agente humano.
La vinculación de las soluciones cognitivas con las plataformas de CRM supondrá un avance en la experiencia de cliente, por la posibilidad de personalizar las interacciones y poder hacerlo, además, a gran escala, combinando información relevante y abundante sobre el contexto del usuario, con modelos cognitivos (por ejemplo, propensión a la compra, siguiente mejor acción) y con modelos de relación multicanal, a lo largo de los diferentes customer journeys.
Una plataforma como RedPoint Global by aggity es capaz de ofrecer esa visión global del viaje del cliente para lanzar acciones en diferentes medios y optimizar las conversaciones, pudiendo generar interacciones más personales y en tiempo real gracias a los datos almacenados de los usuarios conectados entre sí y a los que tienen acceso todos los profesionales de marketing de la compañía. Solo así es posible ofrecer experiencias relevantes al cliente.